La noticia del fallecimiento de Joao Gilberto desata de golpe el caudal de la memoria para recordar la querida figura del patriarca de la Bossa Nova. Una magistral antología de sus canciones resume y describe el universo de la música brasileña, como pionero y testigo de cargo de la apoteosis tropicalísima. Un diluvio musical se cierne sobre esta nueva edición del Expreso de la Nostalgia. El viaje se convierte en un refugio para recordar a este artista universal. Los primeros acordes en dirección a Río de Janeiro, su ciudad fetiche, son el preludio del maravilloso viaje.
La continuidad musical viene respaldada por el rostro emergente de un imponente tema. Algunas canciones se convierten en un himno potenciador con sentimiento motivador. Amparados en la coartada perfecta del maridaje musical deseado, en sus letras está el recurso sanador de un trago musical, a beneficio de la armonía de una carrera con alma y empatía artística fermentada a través de la Bossa Nova. Otro clásico de la música brasileña donde percibimos un claro magnetismo e imán de credibilidad.
El poder vitalicio del sonido de la Bossa Nova no obedece a imponderables del tiempo que se reflejan en su carrera. Dicen que rendir homenaje es una forma de gratitud así que quién no reconozca a nuestro ilustre viajero en una de las canciones más icónicas de su carrera, como composición fundacional, debe bajarse de este expreso musical.
El Expreso de la Nostalgia se convierte en un océano de fans hermanados por las canciones del maestro brasileño. El tiempo no erosiona la vocación nostálgica de este viaje a través la personalidad trascendente y la voracidad creativa de composiciones que marcaron el destino de la Bossa Nova.
La voz y la guitarra de nuestro ilustre viajero consiguen darle una definición musical a la Bossa Nova y así quedó para la historia esta música como hija de la Samba y ahijada del Jazz. El andén espiritual se hace grande al llenarse de sentimientos y emociones para escuchar una canción inmarchitable que reina de manera admirable.
Más allá de una voz diferente, hay una cosa que se llama magia que a la mayoría de los fans suele obligarles a rendir pleitesía a este perfeccionista que ajustó la fórmula exacta de la guitarra y su voz.
Nos inmiscuimos en la cotidianidad de la Bossa Nova para retroalimentarnos. Al mismo tiempo elegimos el camino de la prudencia musical. Conviene relativizar las tensiones para escuchar otro himno de la música popular brasileña. El crescendo intimista de la Bossa Nova rebasa la más desaforada imaginación y suscita toda clase de certidumbres al escuchar:
Mientras el viaje llega a su destino final, el número de devotos nostálgicos crece a toda velocidad al exprimir todas las posibilidades de la Bossa Nova donde los usos y abusos de la melancolía no tienen fin. El expreso de la nostalgia volverá a circular como un trayecto llamado a (per)durar en el tiempo. Próxima estación: Continuará.
Texto: Tino Carranava es Periodista / @tinocarranava
Fotomontaje locomotora: Amparo Domingo / Manuel Magán
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