Para entender la dimensión real de según qué cosas se necesita tomar distancia, mirar con perspectiva y esperar a que transcurra el tiempo. Así, lo que a simple vista parece una pequeña revuelta, adquiere años o siglos después una importancia insospechada en el momento. Lo curioso es que se puede estar viviendo el instante crucial que cambiará el curso de la historia y no ser consciente en absoluto. Pero lo mejor es que se sumará a la cadena de hechos que denominarán al conjunto revolución u otro movimiento trascendente. El Feminismo tiene mucho de eso porque nada de lo que hoy es sería sin aquellas acciones aisladas de mujeres que optaron por contrariar lo establecido y variar el rumbo de los hechos. Algunos lo llamarían efecto mariposa… Ambas palabras son bonitas juntas; inspiran poesía a la par que expectativa. Así que hoy nos servimos de ellas para dar alas y libre espacio a Mujeres en Renfe como bello paralelismo y relación causa efecto.
Nada de lo que hoy es sería sin aquellas acciones aisladas de mujeres que optaron por contrariar lo establecido y variar el rumbo de los hechos.
Nuestra protagonista de hoy es Marta Torralvo, directora general Económico – Financiera. Nos citamos en su lugar de trabajo, las oficinas sitas en las inmediaciones de la estación de Chamartín. Es temprano y luz natural se cuela por los ventanales que iluminan la estancia. Espacio acogedor gracias a la sencillez entre la que destacan unos dibujos infantiles llenos de color y una flor que reina en su jarrón como si hubiera sido desde siempre su hábitat natural. En julio hará dos años que ejerce su responsabilidad actual y cuesta imaginársela en otro lugar que no sea este porque en sus palabras, miradas y gestos conviven la cercanía y la seguridad propias de quien lleva mucha parte de su trayectoria laboral en el mismo lugar. Así que el reto consistirá en encontrar de donde brota y florece esa fuerza interior por momentos tan contagiosa. Un avance antes de iniciar preguntas y respuestas; en la convocatoria de plazas para integrar el Cuerpo Técnico de Hacienda, opositaron más de 10.000 aspirantes y con 26 años obtuvo una de las 180 plazas. Por si hubiera alguna duda, fue ella la más joven entre todos ellos. Empezamos.
Cuéntenos cuál es su formación académica y experiencia previa a ingresar en Renfe.
Fui buena estudiante y las carreras técnicas me atraían desde niña. Tenía muy buen expediente académico pero un mal resultado en la nota de selectividad por falta de preparación adecuada desde el centro escolar truncó mis expectativas de ingresar en la facultad que me interesaba de la Universidad pública. En consecuencia, me matriculé en Economía por la Universidad Autónoma de Madrid. Fue allí donde adquirí primeros conocimientos de Derecho, Economía y otras materias interesantes. Prácticas en el sector de la Banca me convencieron que era un sector donde no me atraía desarrollar mi trayectoria profesional. Seguidamente, un curso impartido en el INEM sobre Gestión de Pymes y el consejo acertado de mi profesora me animaron a preparar oposiciones de Subinspección en el Ministerio de Hacienda. Inicié ahí un periodo de estudio de doce horas diarias que se prolongó durante siete años. Primero, para el grupo A2, que aprobé con 26 años y me aportó una seguridad interior que me impulsó a preparar las del grupo A1 del Cuerpo Superior de Interventores y Auditores del Estado, que superé ya casada y mientras compatibilizaba estudios y trabajo.
Un esfuerzo que dice mucho de usted y su capacidad de trabajo.
Soy autoexigente, trabajadora y responsable. No niego que me llena de orgullo recoger frutos tras tanto esfuerzo. Visto con perspectiva, todo ha merecido la pena. Aprobar unas oposiciones tan duras me ha servido para afianzar autoestima y seguridad propia tanto personal como profesional. Valores que me han acompañado desde entonces, tan útiles para la vida. Esa carrera de fondo la he podido compartir impartiendo clases como preparadora de opositores para el examen de Contabilidad Financiera y de Consolidación de Cuentas. También ha sido gratificante infundir apoyo mental al alumnado; decirles que con esfuerzo y constancia se puede lograr todo lo que se persiga.
«Aprobar unas oposiciones tan duras me ha servido para afianzar autoestima y seguridad propia tanto personal como profesional. Valores que me han acompañado desde entonces, tan útiles para la vida».
Háganos partícipe de cuál ha sido su experiencia profesional en la Administración del Estado.
He desarrollado mi profesión durante 16 años en el Ministerio de Hacienda y con responsabilidades distintas según periodos: entre 2002 y 2007, ejercí funciones de auditoría y control financiero permanente como técnico de Auditoría y Contabilidad en la Intervención Delegada del Ministerio de Ciencia y Tecnología, mientras hacia las oposiciones para el grupo A1. Desde 2007, cuando aprobé, y hasta mayo de 2017, ejercí como Interventora y Auditora del Estado dirigiendo auditorias de empresas públicas del grupo Fomento (hoy Ministerio de Transportes, Movilidad, y Agenda Urbana) en la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE). En 2012 y hasta 2017, fui subdirectora adjunta, ejerciendo además de la dirección de auditorías, otras tareas de apoyo y coordinación en la División. A partir de entonces y hasta julio de 2018, antes de venir a Renfe, fui Vocal Asesora de empresas públicas en la Dirección General de Patrimonio. En este último periodo he sido consejera de Navantia, de SEIITSA y CESCE, perteneciendo además a las Comisiones de Auditoria y Control de dichas entidades públicas.
Y desde julio de 2018 es directora general Económico – Financiera en Renfe. ¿Qué motivó su decisión y cambio desde el Ministerio a una empresa pública con funciones aparentemente tan distintas?
Mi labor desde el Ministerio de Hacienda me permitió conocer de primera mano la actividad de Renfe dado que fui responsable de las auditorías financieras de la operadora entre 2011 y 2013, y participé en las auditorias de los Contratos-Programa con la AGE durante los años 2011 y 2012. Antes, había realizado auditorías de cumplimiento y operativas, así como financieras a Feve, en los ejercicios 2008, 2009 y 2010. En conclusión, no era un territorio del todo desconocido. Desde hacía tiempo buscaba un proyecto nuevo que me ilusionara. Necesitaba aprender y emprender otros caminos. Por casualidad supe, que trabajando en la IGAE, algunas empresas se habían interesado por mi perfil y experiencia para trabajar con ellos, pero nunca se me transmitió internamente, quizá porque alguien no quería que dejara un hueco vacío. Lo cierto es que en julio de 2018, en pleno cambio de equipos tanto en el Ministerio como en Renfe, me solicitaron el curriculum para cubrir la vacante de la DGEF en la empresa ferroviaria, puesto tradicionalmente cubierto por Interventores del Estado. Fui sin demasiadas esperanzas pero con mucho entusiasmo ante la posibilidad de lograr el puesto de trabajo. Conocía personalmente al equipo de Renfe gracias a las auditorías y sabía de su excelente profesionalidad y calidad humana. El escenario nuevo ante el fin del monopolio tras la liberalización del sector, la internacionalización y el potencial de la empresa eran retos muy interesantes para mí.
Y si aquí estamos hablando es que lo logró…
Fue totalmente inesperado. Me entrevistó Isaías Táboas, recién nombrado presidente de Renfe y sin referencias previas por ninguna de las partes. Hice la entrevista muy tranquila, sorprendida de que no hubiese ninguna mujer en el comité de dirección. Al finalizar y despedirnos, surgió en la conversación el tema de la familia y los hijos y dije que tenía tres, hoy con 11, 10 y 4 años. Pensando que eso podría ser un problema, añadí de inmediato que tenía un marido que me cubría con una total flexibilidad horaria gracias a las características de su trabajo. Al regresar al Ministerio comenté con mi jefe la entrevista y le dije que no se preocupara por mi posible marcha a Renfe, pues en la conversación había salido el tema de mi triple maternidad, y estaba casi segura, no sé por qué, que eso me restaría puntos. Idéntico comentario le hice a mi marido al vernos en casa y a mis padres. Pero me equivoqué. Al día siguiente por la mañana sucedió lo inesperado; me llamó el presidente para preguntarme que si no me había arrepentido el puesto era mío. Así que acepté de inmediato con mucha ilusión. Adecuar nuevas responsabilidades y horarios implicaba asumir un gran reto tanto personal como profesional y Javier, mi marido, fue como siempre desde que nos conocimos en la adolescencia, mi mayor apoyo.
Ya como directora en Renfe y no desde la barrera, ¿cuáles fueron sus primeras impresiones?
Acostumbrada al ritmo ministerial, mi primera sorpresa fue la inmediatez que obligaba a resolver problemas con rapidez. También fue gratificante asumir la dirección de un equipo integrado por más de 150 profesionales que me enorgullece liderar. Aplico una máxima en mi manera de trabajar; nunca te creas que sabes más ni que eres más lista que los demás. Mi labor consiste en coordinar y aportar valor añadido. No ejerzo el poder sin más. En mis prioridades está dedicar tiempo y ganarme la confianza y el respeto uno a uno. Tener mano izquierda y confiar en mi instinto e inteligencia emocional. También debo agradecer el apoyo desde el principio de mi equipo y mis compañeros, me lo han hecho muy fácil, la verdad. Me han acogido muy bien. Es fácil trabajar con este buen ambiente. En especial, tengo que agradecer el apoyo a José Luis Marroquín, secretario general del Consejo de Administración de Renfe, siempre dispuesto a escuchar mis comentarios y dudas. Considero una suerte contar con él.
«Aplico una máxima en mi manera de trabajar; nunca te creas que sabes más ni que eres más lista que los demás. Mi labor consiste en coordinar y aportar valor añadido».
Dado que conversamos desde Mujeres en Renfe, anótenos alguna referencia u anécdota de interés si la tiene…
Ser mujer no ha condicionado mi trayectoria laboral pero sí he vivido desde mis comienzos la excepcionalidad de ser la única en numerosas situaciones y reuniones. También he sido por lo general la más joven durante el ejercicio de mis funciones en los diferentes puestos y organismos. Quizá sí, la combinación mujer/joven da como resultado que haya tenido que demostrar siempre mucho más. En Renfe, fui en los inicios la única mujer de los 12 miembros del Comité de Dirección y actualmente sigo siendo la más joven. A fecha de hoy la cifra ha variado y ya somos tres mujeres. Idéntica proporcionalidad a la existente en EUROFIMA, la entidad que nos congrega trimestralmente en Zurich a los homólogos en responsabilidad económica – financiera de empresas públicas ferroviarias europeas. En este consejo soy también la más joven. Ya me he acostumbrado…
Háganos partícipe de sus funciones principales y responsabilidades en las que está inmersa.
Una de mis máximas preocupaciones de los próximos años es mejorar la cuenta de resultados de Renfe Mercancías. También lograr la financiación que precisamos para la compra de los nuevos trenes de OSP (Obligación de Servicio Público) licitados en 3200 millones de euros aproximadamente, que dependiendo de las mejores condiciones financieras se suscribirá con EUROFIMA, el BEI (Banco Europeo de Inversiones) o los bancos españoles. Otro de los retos importantes a afrontar es la digitalización y robotización de muchos de los procesos y tareas que se realizan en mi dirección y la entrada en vigor de la nueva Ley de Sectores Excluidos que supondrá la implantación en la compañía de la licitación electrónica. Además, tenemos por delante la Operación Chamartín, renombrada ahora Madrid Nuevo Norte. Esta operación, que esperemos se apruebe definitivamente por la Comunidad de Madrid en estos próximos meses, permitirá adquirir una nueva sede para todo el Grupo Renfe implantando el nuevo modelo de workplace. Por último, tengo la instrucción precisa de agilizar los procesos de compra de la Compañía.
Y cuál es desde su perspectiva experta la situación de Renfe ante el nuevo escenario.
A pesar de las dificultades que se puedan prever, tenemos capacidad y experiencia para resolver cada una de las situaciones que se presenten. El Ave es el mayor activo y generador de riqueza. Tiene una potencialidad inmensa. Considero que es uno de los principales motivos para estar orgullosos no ya como Renfe sino como país. Las cifras arrojan resultados positivos si bien hay que prepararse para la liberalización. La competencia será positiva en muchos aspectos aunque empeore nuestra cuenta de resultados. La puesta en marcha del Avlo antes de la llegada de la competencia creo que revolucionará el transporte ferroviario. El gran reto será centrar la atención y recursos en todo lo relativo a la Experiencia del Cliente. Lo que está por llegar es ilusionante.
«El Ave es el mayor activo y generador de riqueza. Tiene una potencialidad inmensa. Considero que es uno de los principales motivos para estar orgullosos no ya como Renfe sino como país».
¿Dónde y cómo se imagina usted en un futuro?
Me gustaría, en algún momento, llegar a ser consejera independiente de Consejos de Administración del sector privado. Mi intención es prepararme para ello, aunque tengo mucha vida laboral por delante. Ya veremos qué me depara el futuro. Lo importante es seguir aprendiendo y trabajando.
En territorio personal…
También pregunto yo al final de la entrevista por sus hijos. En unas horas se irá a pasar el fin de semana con su familia. Los hijos mayores compiten en un equipo de esquí y es algo que considera beneficioso por lo que conlleva; rozar casi la meta y caer en un instante para empezar de nuevo. Marta cuenta que de niña competía en torneos de Golf a nivel nacional y aquello le ha preparado para afrontar la frustración con fortaleza. Carmen, su hija mayor, quiere ser como ella. Y Marta, que apenas despega la vista del ordenador y de montones de papeles mientras sus hijos hacen los deberes, se pregunta que cómo puede querer lo mismo si siempre está trabajando… Surge en nuestra conversación la propia madre de Marta, que trabajaba como secretaria hasta nacer ella y su hermana. Tiempo después se reincorporó a un puesto de trabajo y en catorce años de ausencia laboral, la informática lo había cambiado todo. Entonces, la recuerda actualizando cada noche conocimientos con un teclado y una pantalla mientras Marta y su hermana hacían los deberes. ¿Efecto mariposa?
Texto: Verónica Portell
Fotografías: Miguel Ángel Patier
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Gran persona que se refleja en lo profesional. Enhorabuena a @renfe por contar con ella
Impresionante trayectoria curricular y profesional. Un claro ejemplo de cultura del esfuerzo. Y un lujo de persona con quien comparto Consejo de Administración.
Gran mujer y gran profesional. Un gusto haber compartido un periodo de actividad profesional con ella no solo por su valía sino por su calidad humana. Un referente sin duda.