Con uno de los cielos más limpios del planeta y una tierra auténtica, Arcos de las Salinas, el último pueblo de la Comunidad de Aragón, está llena de sorpresas. Desde el fascinante espectáculo que ofrecen sus estrellas, la tranquilidad de sus calles y la excelente gastronomía que brinda su naturaleza, recorremos las delicias especiales, desconocidas y exclusivas de esta generosa tierra turolense. Y por supuesto, entramos en Galáctica, un espacio único en Europa donde se fusiona la divulgación astronómica con la observación de uno de los mejores cielos del mundo.
Entre el cielo y el suelo, el último pueblo de Teruel
Al sur de Teruel, en plena comarca de Gúdar Javalambre, está el sorprendente Arcos de las Salinas. En este pequeño pueblo de apenas 140 habitantes se puede pasear, respirar, dormir, escuchar el rumor del río entre los pinares, y ver las estrellas. Porque Arcos de las Salinas tiene uno de los cielos más limpios del planeta donde se observa el espacio tal y como lo hicieron nuestros antepasados. Y por ello aquí se ha puesto en marcha Galáctica, un parque científico inigualable, que va a convertir a Arcos de las Salinas y a la Comarca de Gúdar Javalambre, en toda una referencia mundial en Astroturismo. Sin duda, Galáctica, es un sueño sideral.
Junto al río Arcos, y a los pies de la Sierra de Javalambre, se extiende esta población conocida por las truchas asalmonadas que se crían en su piscifactoría, y por sus gigantescas salinas, que desde el siglo XVIII producían sal por evaporación del agua de una fuente cercana, y que hoy, están abandonadas.
Recorrer este valle es una delicia para observar los ojos del río de Arcos, las piscifactorías, las numerosas fuentes y la intensa vegetación, especialmente los pinares, que recubren las laderas de estos relieves. En este pequeño pueblo de calles estrechas, y unas quinientas casas, hay que entrar en la cálida ermita de San Roque del año 1701, y por supuesto, en la iglesia barroca de la Inmaculada del XVIII, que fue incendiada durante las guerras carlistas, y luego reconstruida. También hay tiempo para charlar con sus amigables vecinos, sentarse a tomar algo en la terraza del restaurante Los Arcos, o acercarse al horno moruno donde se cuece pan artesanal y deliciosos dulces. Pero además, Arcos de las Salinas cuenta con uno de los cielos más limpios del planeta, todo un lujo astral. Sin contaminación lumínica porque sus bombillas causan el mínimo impacto, a mil metros de altitud, con un clima seco, pocas lluvias y menos niebla, fue elegido para instalar el Observatorio Astrofísico de Javalambre, que escudriña el espacio para encontrar la energía oscura, y que está a la vanguardia internacional porque está cartografiando el Universo.
Y a este innovador Observatorio Astrofísico de Javalambre, ahora se le suma Galáctica, una joya sideral que ya es un referente en la difusión y práctica de la astronomía. La experiencia astral de Galáctica comienza en el mismo Arcos de las Salinas, ya que desde el municipio parte un sistema solar a escala, que respeta el tamaño del sol y de los distintos planetas, y la distancia relativa entre los mismos. Así que Neptuno está ubicado en la salida del pueblo, y siguiendo los planetas se llega al astro rey, el sol, que se encuentra en la misma puerta de entrada a Galáctica. Así que desde Arcos de las Salinas, en un agradable paseo de unos 600 metros, nos vamos a Galáctica, que si visitarlo de día es impresionante, de noche pone las estrellas a nuestros pies.
Galáctica, el destino estrella en Astroturismo
Y es que este centro de difusión y práctica del estudio del cosmos, que ha sido promovido por el Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón, se va a convertir en el referente mundial en astrofísica.
Por fuera parece una nave espacial posada sobre la loma. Y por dentro es todo un espectáculo porque en su cubierta hay nueve cúpulas para la observación astronómica con sus correspondientes salas de control y de análisis de los datos recogidos. Y en cada una de las nueve cúpulas, hay un tributo a nueve insignes mujeres astrónomas que han destacado por su excelente trabajo a lo largo de toda la historia.
Un telescopio solar, dos nocturnos, tres telescopios semiprofesionales y espacios para acoger y montar los telescopios de los visitantes hacen de Galáctica todo un referente en el espectro de la astrofísica. En el interior hay que recorrer la exposición del espacio dedicado al cielo y la importancia de su calidad en el estudio del Cosmos. Así que Arcos de las Salinas es un destino imprescindible por este centro de difusión y práctica de la astronomía, casi único en el mundo, y que es la meca de científicos, astrónomos, estudiantes, amantes del espacio y viajeros que buscan experiencias únicas e irrepetibles.
Es un destino estrella en Astroturismo por el carácter puntero de sus contenidos y por su instrumentación profesional. Y es que viajar a Galáctica es un recorrido por la ciencia y la investigación a través de uno de los cielos más limpios y con mayor calidad del universo. Y esta calidad le ha valido a Arcos de las Salinas la candidatura a ser sede principal de la Agencia Espacial Española, algo así como la futura NASA española. Y es que Galáctica está basada en la riqueza de su entorno natural y en la belleza de su cielo, que por cierto, lo equiparan al de Hawái. Es un destino top imprescindible por la calidad de los firmamentos nocturnos y sus certificaciones Starlight, y también, por su territorio con grandes recursos naturales, culturales y gastronómicos.
Las joyas gastronómicas turolenses
Esta Comarca está considerada como la zona trufera más importante de España y una de las más importantes a nivel mundial por la extraordinaria calidad y aroma de sus trufas, que son auténticos diamantes negros. Su uso en gastronomía es variadísimo porque condimenta guisos, embutidos, pastas, quesos y hongos. Y además, muy cerca de Arcos de las Salinas está Sarrión, una villa imprescindible considerada como la capital española de la trufa negra.
Otro tesoro es el delicioso jamón de Teruel, un exquisito manjar que ha sido el primer jamón en obtener la Denominación de Origen en España. Y básico en la gastronomía de Teruel es el Ternasco de Aragón, una delicatesen que también tiene Denominación de Origen Protegida. Además no hay que perderse las costillas, el embutido de la orza, la DOP Cebolla Fuentes de Ebro, y el apetitoso Aceite del Bajo Aragón. Y por supuesto, a principios de noviembre, hay que disfrutar de la tradicional comida de la Vaca donde se saborea el arroz con alubias y bacalao, y la caldereta de vaca, recetas que son históricas junto a las gachas y las migas. Así que, de Teruel al cielo, pasando por su mesa.
Texto y Fotografías: Irene González es Periodista de viajes, consultora de comunicación, y fotógrafa. Es directora del Canal ALL SPAIN MediaAge, colabora en Gente Viajera de Onda Cero, y en la revista Viajar.
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