La Era Digital en la que nos encontramos inmersos es la Era de la Información. A partir de la última revolución tecnológica, todo deja un rastro digital: si compramos un billete, usamos una aplicación o vemos un anuncio on-line. Lo que sucede en el mundo físico cada vez está más reflejado en el digital.
En un mundo cada vez más conectado, el manejo de los datos, tanto los que proporciona el comportamiento de los clientes, como el desarrollo de la actividad, se convierte en un eje de la estrategia de una empresa, para idear y mejorar sus productos y servicios. Estamos en la era de la información iniciada con la revolución digital, y los datos son su materia prima. Son el petróleo del siglo XXI. Renfe, inmersa en su transformación digital, necesita subirse al tren de las nuevas tecnologías y adaptarse para ser eficaz, eficiente y competitiva.
Los datos son la base para la toma de decisiones y el activo estratégico de las empresas para aportar valor añadido a sus servicios y productos. Los datos proporcionan la ventaja competitiva a las organizaciones que saben analizarlos, ponerlos en contexto y explotarlos. A partir de los datos generamos la información y conocimiento claves para optimizar nuestro negocio. En definitiva, el análisis de datos tiene como finalidad mejorar el modelo de negocio y lo que proporciona el Big Data, de manera adicional a lo que hemos tenido hasta ahora, es poder realizar este análisis sobre datos masivos que aportan una visión más completa de los problemas a abordar.
¿Qué es el Big Data?
Es el conjunto de procesos, tecnologías y modelos basados en el almacenamiento masivo de datos, procesamiento y transformación de los mismos en conocimiento, para analizar lo que sucederá en un mundo complejo y con muchas interacciones. El Big Data es algo que no sólo está presente en las organizaciones, sino en nuestro día a día: tanto personas como cosas somos generadores de datos. Y son estos datos los que proporcionan una información muy valiosa para conseguir ventajas competitivas que aplicar a nuestro negocio.
La digitalización de la economía y de la actividad humana ha provocado la generación y el almacenamiento de cantidades masivas de datos en sistemas digitales. Esto abre la puerta a nuevas fuentes de información con multitud de aplicaciones. Es por ello que las empresas disponen de una cantidad de datos ingente de la que poder extraer información si se dispone de la solución adecuada. Tenemos una gran cantidad de datos que explotar para llegar a entender desde el comportamiento de nuestros clientes, hasta para realizar un mantenimiento predictivo de nuestros trenes.
Las 5 V’s del Big Data: características de los datos
- Volumen de datos: disponemos de gran cantidad, dada su generación constante. El Big Data tiene la capacidad para hacer frente al crecimiento de los datos a gran escala.
- Velocidad de los datos: consumimos datos con una velocidad muchísimo mayor que años atrás, todo está interconectado y prima la inmediatez.
- Variedad de los datos: los datos ya no se limitan a un tipo de formato concreto, existen diferentes tipos y estructuras; desde una cadena de texto a un vídeo, datos estáticos o datos en tiempo real.
- Veracidad de los datos: grado de confianza que se establece sobre los datos a utilizar, clave para poder tomar las decisiones correctas, ya que determinará la calidad de los resultados y la confianza en los mismos.
- Valor de los datos: como activo estratégico que aporta valor añadido al negocio.
Business Intelligence y Big Data
El Business Intelligence (BI) o Inteligencia de Negocio y el Big Data van de la mano. El BI no es nada nuevo, desde la década de los años noventa es como llamamos al conjunto de técnicas y estrategias que permiten a una organización tomar decisiones de negocio en base a datos tratados para convertirlos en información. El dato siempre ha sido la fuente para procesos de BI. Lo que ha cambiado es que el dato se ha vuelto masivo y la tecnología que es capaz de procesarlo es el Big Data. Por tanto, el BI es esencialmente una capa sobre el Big Data.
La finalidad última de las técnicas del BI es el valor que pueden aportar a la empresa:
- Incremento de ingresos
- Eficiencia operativa
- Reducción de riesgos
Análisis de los datos
Siendo los próximos retos la liberalización del transporte ferroviario de viajeros y la internacionalización, es necesario conocer la información de la que disponemos internamente y explotarla con las tecnologías adecuadas, así como integrar en los casos en los que sea necesario, datos externos para proporcionar un análisis completo. Todo esto se llevará a cabo en el Servicio de Estudios de Renfe, como se ha realizado hasta ahora, y en muchos de los casos Big Data será la tecnología a emplear dada la cantidad de datos a procesar para llegar a resultados de manera ágil y rápida.
En la generación de casos de estudio se quiere involucrar a todos los empleados de la empresa que tengan una necesidad, dado que son los demandantes de información en la que basar la toma de decisiones y tienen la necesidad definida. Tenemos que acercar a todos este mundo Big Data que ha venido para quedarse y ayudarnos a tomar decisiones y a optimizar desde la gestión hasta los ingresos.
La aplicación Big Data en Renfe
En Renfe ya trabajamos en iniciativas relacionadas con el Big Data. Así, la acción abarca desde la mejora de eficiencia de procesos hasta la caracterización de la demanda para la construcción de modelos de predicción; pasando por los trenes al dotarles de sensores que proporcionen información para mejorar la explotación. Pero existen muchas otras:
- Incrementar la satisfacción de nuestros clientes, empleando los datos que tenemos de ellos y la información que nos proporcionan otras fuentes (redes sociales, datos de telefonía móvil…). Con esta información, podemos adecuar nuestra oferta proporcionando la opción más atractiva para ellos, personalizándola y evitando así la fuga de clientes ante la entrada de la competencia. El cliente actual busca soluciones a medida y los datos son la única ventaja competitiva sostenible donde la velocidad y la agilidad son clave para retener a nuestros clientes y captar otros nuevos.
- Optimizar el proceso productivo: mejorando la gestión de la flota, adecuando la oferta a la demanda, sensorizando los trenes para poder realizar análisis y mantenimiento predictivo del material rodante.
- Detectar tendencias y patrones de comportamiento, tanto para caracterizar y predecir la demanda como para prevenir desde el fraude hasta las averías.
En definitiva, tenemos que apoyarnos en los datos para la toma de decisiones y adaptarnos a la situación que se nos presente de la manera más ágil, para proporcionar la mejor solución posible que nos lleve a ser competitivos, siendo la única vía para muchos de los problemas.
Texto: Irene López es Jefa de Análisis de Big Data en la Dirección General de Desarrollo y Estrategia de Renfe
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