Transcurren los siglos y el ferrocarril, al igual que las personas, es cada día más sabio por la experiencia acumulada a lo largo y ancho de su recorrido. Por ello, avanza con la seguridad del caballo de hierro que el tiempo ha transformado en Pegaso y ya no atiende a fronteras que limiten su vuelo. Algo así le está sucediendo a Renfe, que atesora saber hacer y busca proyectos más allá de la tierra que le vio nacer. De internacionalización hablamos y de cómo la empresa ferroviaria está presente o en alerta ante oportunidades de negocio y desarrollo que puedan surgir en los cinco continentes gracias a la liberalización de los mercados y a la libre competencia.

De internacionalización hablamos y de cómo la empresa ferroviaria está presente o en alerta ante oportunidades de negocio y desarrollo que puedan surgir en los cinco continentes.

Ferroviarios por el Mundo tiene hoy de protagonista a José Antonio Grandell, director técnico de Renfe en el proyecto Tren Maya. La entrevista acontece en las oficinas de Renfe sitas en Madrid, víspera de su regreso a México para reanudar la actividad que pondrá en marcha una línea ferroviaria de más de 1.500 kilómetros en la Península de Yucatán. Como si fuera un anticipo en forma de tarjeta de visita, llega a la cita con una mochila oscura en la que destacan iconos que pueblan el imaginario popular: Frida Kahlo, pirámides, soles, calaveras, serpientes y dioses multicolores. Cuarenta años de antigüedad en Renfe y, desde hace casi dos, con residencia laboral en Ciudad de México y horizonte para trazar recorrido de vía y vida que se ponga por delante. Así es la primera pincelada del retrato que hoy presentamos en el blog de Renfe y que le invitamos a conocer.

Antes de contarnos qué le llevó a asumir su responsabilidad actual en el continente americano, detállenos cuál es su formación y cómo ingresó en Renfe.

Desde niño tuve curiosidad e inquietud cultural, ansia por aprender; mis padres me escolarizaron con tres años y absorbí como una esponja conceptos y fórmulas matemáticas a edad precoz, por lo que a los 16 años ya estudiaba COU. Pero también era algo gamberro; me gustaba dibujar caricaturas y hacer travesuras constantemente. Tenía prisa por ser independiente y quería trabajar al tiempo que compatibilizaba estudios de programación informática. Así que preparé oposiciones para ingresar como jefe de negociado en el Cuerpo General de Administración del Estado y, cuando ya había superado dos de las tres pruebas para lograr el puesto, quiso el destino que se cruzara la posibilidad de realizar el servicio militar en Ferrocarriles como aspirante a maquinista. Al haber aprobado las pruebas de selección para ingresar en Renfe por esta vía (algo usual en aquellos tiempos), no dudé en hacerme ferroviario en lugar de funcionario del Estado.

Así que renunció a una plaza en la Administración una vez conoció el ferrocarril…

Efectivamente, así fue. Descubrí una ventana a un mundo que me apasionaba y, a pesar del disgusto que se llevó mi padre al descartar una carrera laboral en el funcionariado, perseguí mi objetivo de ser maquinista. Puesto que ocupé durante 17 años que disfruté día a día conduciendo tanto trenes de viajeros como de mercancías y en corredores y trayectos muy distintos. La relación que se crea con la locomotora es especial, parecida a lo que creo se puede llegar a sentir en la doma de un caballo. Supone conocer tu tren, el trazado ferroviario, el material remolcado y saber en todo momento cómo actuar sobre los equipos para conseguir los objetivos de seguridad, cumplimiento de horarios y confort a bordo requerido por los viajeros. Aprendí mucho durante aquella época, pero el mejor recuerdo es, sin duda, el compañerismo y los grandes amigos que conservo. Y durante mi etapa de maquinista nunca dejé de estudiar; me licencié en Ciencias Políticas y Sociología y estudié cursos de especialización sobre Sociología Industrial y Minería de Datos, así como posgrados en Investigación de Mercados y Marketing. Formación que completé con cursos impartidos en Renfe sobre muy variadas materias.

«Desde niño tuve curiosidad e inquietud cultural, ansia por aprender; mis padres me escolarizaron con tres años y absorbí como una esponja conceptos y fórmulas matemáticas a edad precoz, por lo que a los 16 años ya estudiaba COU».

¿Y en qué momento de su carrera decidió virar el rumbo hacia otras áreas profesionales?

Gracias a un programa de captación en la empresa, dirigido a personal que contara con potencial y titulación superior, me integré como cuadro técnico en el antiguo GIRE (Gabinete de Información y Relaciones Externas), en el gabinete de Estudios de Mercado. Y de allí pasé a la Dirección Internacional de Grandes Líneas, pues elaboré la propuesta de un nuevo sistema de reparto de comisiones de venta de los pases internacionales (Comunidad Eurail) entre las redes participantes. Fue mi primera incursión en el ámbito internacional, experiencia que completé como jefe de producción y control de gestión en Elipsos Internacional, empresa participada por Renfe y SNCF para comercializar los Trenhotel Madrid-París, Barcelona-París,  Barcelona-Zúrich y Barcelona-Milán.

Y suma varios puestos que le dotan de una amplia experiencia en el espectro del sector ferroviario.

He dirigido de forma integral los recursos necesarios para la explotación comercial de los corredores ferroviarios Este y Norte, lo que incluye la comercialización de una oferta multiproducto de servicios de Larga, Media Distancia, Cercanías y Alta Velocidad, así como la homologación y pruebas de nuevos vehículos ferroviarios, la puesta en funcionamiento de nuevos servicios e infraestructuras, la gestión y formación del personal a bordo y en tierra (maquinistas, personal a bordo del tren y gestión de operaciones) y la gestión de la flota de trenes. A lo largo de mi vida laboral me he especializado en estudios de mercado y en técnicas de análisis cuantitativo y cualitativo, elaboración y control presupuestario, y comercialización de servicios ferroviarios. Mi última responsabilidad antes de poner rumbo a México fue como gerente de área de Servicios Comerciales Este, gestionando una flota de 40 trenes y una plantilla de 323 trabajadores.

¿Qué le llevó a aceptar el puesto de director técnico de Renfe en el proyecto Tren Maya?

Una llamada con una propuesta inesperada a la que respondí afirmativamente en tan solo unos segundos. ¿Por qué? Quizá fuera el instinto, o que si me lo pensaba demasiado vencerían las razones de las desventajas sobre las ventajas. Lo cierto es que acepté el reto que se me propuso y ya estoy plenamente asentado e ilusionado con lo que se está avanzando y lo que está por llegar.

Adentrémonos en el proyecto del Tren Maya. Cuéntenos en qué consiste.

El proyecto prestará un servicio integral moderno de transporte de pasajeros y mercancías a lo largo de 1.550 kilómetros que interconectarán el sureste del país y pasarán por los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Nace con el objetivo de prestar servicio a diferentes clientes: turista nacional e internacional, usuarios locales y viajeros habituales que lo utilicen para sus desplazamientos a centros educativos, sanitarios y de trabajo. Además, con objeto de liberar del tráfico pesado a la red de carreteras, garantizar la optimización de la infraestructura y favorecer la generación de polos de desarrollo, se implantarán nodos logísticos de transporte de carga en la región.

«El proyecto prestará un servicio integral moderno de transporte de pasajeros y mercancías a lo largo de 1.550 kilómetros que interconectarán el sureste del país y pasarán por los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo».

¿Qué papel desempeña Renfe en la implantación y el desarrollo del proyecto?

Con objeto de materializar su ejecución, se ha creado un consorcio denominado Operador Sombra Tren Maya, integrado por Deutsche Bahn, Renfe, Ineco e Inecomex, en el que Renfe participa con cerca del 25 por ciento. La finalidad consiste en asesorar a FONATUR (Fondo Nacional de Fomento al Turismo) y a SEDENA (Secretaría de la Defensa Nacional) para implementar el proyecto ferroviario con los más altos estándares de calidad y cumplimiento. De acuerdo a la normativa nacional e internacional. El cronograma divide los plazos en cuatro fases y ya se ha superado la relativa a revisión, evaluación y propuesta de mejoras a los estudios de Ingeniería Básica, Estudio de Demanda y Plan de Operación. También ha concluido la segunda fase; estructuración, asesoramiento y acompañamiento en la licitación de material rodante, sistemas ferroviarios, talleres y cocheras. Las fases restantes llegarán a término en diciembre de 2023 con la previsión de iniciar la explotación en 2024.

Un proyecto de envergadura que estará generando altas expectativas económicas y sociales en Península de Yucatán. Desvélenos más datos que considere de interés para conocer el Tren Maya.

El proyecto pivota sobre ejes sociales, económicos, ambientales y culturales, por lo que pretende mejorar la calidad de vida de las personas, cuidar el medio ambiente y fomentar el desarrollo sostenible del sureste del país. La mayoría del trazado pasa por derechos de vía ya existentes; sean vías férreas, autopistas o líneas de transmisión eléctrica. En lo referente a estaciones, el proyecto contempla un número por determinar en base a un estudio de demanda, que tiene en cuenta datos sobre potenciales clientes y transporte de mercancías.

El trazado transcurre por áreas de gran riqueza medioambiental. ¿Cómo se trabaja para preservar la fauna y la flora autóctona?

En su momento, se inició una etapa de investigación, diagnóstico y pronóstico de los ecosistemas locales para determinar las mejores medidas para proteger la flora y fauna de la región. Entre ellas, destaca la construcción de pasos de fauna para evitar la fragmentación del ecosistema y la reintegración de las especies locales a su hábitat. La propuesta pasa por edificar pasos subterráneos o elevados, acondicionados con vegetación y otros elementos que garanticen su uso. Además, se mantendrá un monitoreo constante de los mismos.

Dada la fase en la que se encuentra actualmente el proyecto, se habrá adjudicado ya el parque de material…

El 40 por ciento de la ruta estará totalmente electrificada cuando comience la explotación. Por tanto, dentro de la licitación de material rodante se han adquirido trenes diésel para el inicio de la explotación comercial, trenes duales (diésel-eléctrico) y trenes completamente eléctricos, pues se pretende electrificar todo el trayecto del futuro Tren Maya. Pero se pretende ir más allá, pasando de la tracción diésel-eléctrica a un modelo de propulsión con hidrógeno, cuando la tecnología se desarrolle y permita una correcta puesta en servicio comercial.

Háganos un balance del tiempo transcurrido en México, sus primeras impresiones y si se imagina usted allí unos cuantos años más.

Consecuencia de la pandemia, al llegar debí confinarme durante dos meses en un hotel. Fue una sensación extraña aterrizar en México y no poder experimentar de primera mano casi nada. Pasan los meses y su gente me gana cada día un poco más; trabajadores y de fácil trato, es habitual mantener reuniones a las 7 de la mañana o a horas tardías porque no es sencillo agrupar a quienes debemos asistir al encuentro si de lo que se trata es de avanzar. El balance es gratificante, a la par que estimulante, por todo lo que conlleva participar en un proyecto que se desarrolla en un territorio de enorme belleza y potencial. Respecto a un futuro con sabor mexicano, la vida me ha enseñado a vivir e implicarme en el momento como si fuera el último. Pero sí, me gustaría seguir formando parte del Tren Maya durante las etapas que están por llegar, sería apasionante.

Anotaciones al margen…

José Antonio Grandell amolda agenda antes de partir de viaje a Ciudad de México para realizar la entrevista, más a sabiendas que no habrá posibilidad de hacerla en persona hasta pasada la primavera. No parece que sienta desarraigo ni pena por emprender vuelo rumbo a su querido México lindo (perdón, por el uso del tópico …) Y la verdad es que en las horas compartidas no me sorprende que esté ilusionado por marchar, ya que vislumbro en su carácter la huella dactilar que abre la puerta a los retos sin obstáculos que atemoricen ni frenen. Será que fue maquinista antes de pasar por responsabilidades que le dotaron de la veteranía precisa para intuir que tras la curva aparecen paisajes deslumbrantemente bellos e inesperados.

Apasionado por la Historia, en algún momento de la entrevista me cuenta que ha publicado artículos sobre la guerra civil española y otras temáticas de lo más variadas. Curiosidades aparte, desde el casi adolescente que ingresó en el Servicio Militar de Ferrocarriles, hasta el director técnico de Renfe del proyecto Tren Maya, cabe mucha historia que se queda en el tintero. Lo contado entre líneas tan solo añade pinceladas al retrato de un profesional que, como si fuera un espejo, refleja trayectoria laboral en vía paralela a la transformación de Renfe en la búsqueda de oportunidades internacionales.

¡Bienvenido a la sección Ferroviarios por el Mundo!

Texto: Verónica Portell es periodista