La creciente demanda de nuevas formas de movilidad refleja la evolución que ha sufrido el sector a lo largo de los últimos años. En la búsqueda del equilibrio entre el tiempo empleado en desplazamientos y la inversión económica realizada en los mismos, han surgido alternativas al vehículo privado que dan respuesta al cambio climático, la irrupción disruptiva de las nuevas tecnologías y los desafíos producidos por la concentración cada vez mayor de población en las grandes ciudades.

Impacto en áreas urbanas

En este contexto, en los últimos años, la micromovilidad está marcando tendencia por las ventajas y oportunidades que ofrece al transporte urbano ya que permite  los recorridos de primera y última milla combinando diferentes modos de transporte.  Por este motivo, la bicicleta y el patinete eléctrico, protagonistas ya en muchos núcleos urbanos, así como las plataformas de VTC y car-sharing,han demostrado su potencial incremental en los últimos tiempos, todos ellos impulsados por apps para teléfonos móviles

De hecho, un estudio elaborado por el RACC y el Observatorio Europeo de Movilidad de la FIA (Federación Internacional del Automóvil) refleja que la amplia mayoría de los españoles, el 97%, tienen alguna app de movilidad instalada en sus teléfonos móviles. De ese porcentaje, casi la mitad de los españoles, un 45%, tienen tres o más apps instaladas, frente al 26% de la media europea. Además, el mismo estudio añade que el 84% de los ciudadanos españoles coinciden en que les gustaría disponer de una sola aplicación que aglutinara todos los servicios de movilidad a su alcance.

“La bicicleta o el patinete eléctricos, de los que ya disfrutan muchos núcleos urbanos, así como las plataformas de VTC y car-sharing  han demostrado su potencial incremental en los últimos tiempos”.

Impacto en áreas rurales

Pero este no es el único factor que ha influido en la aparición de nuevas iniciativas de movilidad en el panorama nacional. Mientras las áreas urbanas han vivido un crecimiento exponencial en las décadas más recientes,  los entornos rurales se han visto, por ende, cada vez más afectados por la migración de la población. Pero algo ha cambiado en los últimos años…

En un panorama como el actual, en el que las empresas han decidido apostar por políticas que favorecen el teletrabajo de forma parcial o completa, cada vez son más las personas que han decidido cambiar sus lugares de residencia para trasladarse a núcleos menos poblados. Así lo confirman las respuestas del estudio Workforce of the Future – Remote Work Survey, en el cual el 55% de las empresas esperan implementar políticas relativas al teletrabajo. De esta forma, surgen nuevas oportunidades para reforzarla cohesión territorial con las zonas más despobladas en España.

En este escenario, en el que es preciso colocar al ciudadano en el centro de todas las iniciativas y tendencias, se hace patente la voluntad del sector público y privado de satisfacer el amplio espectro de necesidades de movilidad a las que hacen frente millones de personas cada día.

Una nueva forma de concebir la movilidad

Con esta idea en mente, surge el Proyecto RaaS (Renfe-as-a-Service), que hace frente a la costumbre de utilizar decenas de aplicaciones, además de a la falta de integración del sistema de movilidad actual. RaaS será la primera plataforma de Mobility as a Service en España que, ofreciendo una gran variedad de modos de transporte, conectará todo el país de la forma más sostenible y accesible posible. Permitiendo adquirir, con una única aplicación, un billete puerta a puerta, que aglutine los distintos modos de transporte disponibles, pagar y guardar los billetes. Además, RaaS te acompañará durante todo el trayecto. También dispondrá de múltiples canales de contacto a través del Centro de Ayuda como chatbot, formulario, email, FAQs, entre otros, proporcionando una experiencia más cómoda, ágil y sin contratiempos para todos los usuarios.

Adicionalmente, la plataforma irá adaptando paulatinamente las posibles rutas según las necesidades, en base a los arquetipos de usuario que la utilicen. De esta forma, se podrán atender a los criterios de ruta según su rapidez, importe (rutas más económicas) y sostenibilidad. Todo ello con el fin de que cualquier persona pueda moverse sin la necesidad de disponer de un vehículo particular.