Cambiar de ciudad por motivos laborales es una circunstancia que algunos denominan oportunidad y otros descartan por principios. Entre medias se cuelan quienes no esperan a que el reto se presente y rompen moldes (o los crean) que escapan a alta velocidad del convencionalismo. Pero cuando se es mujer y el destino es Arabia Saudí para ejercer de Directora Financiera, lo que estalla por los aires hasta hacerse añicos es el lapidario techo de cristal. Pionera, valiente, decidida, tres son los calificativos  que vienen a la cabeza para definir a  Pilar Cutanda de primeras. ¿Pero desde cuándo a una mujer se la puede encerrar en tres adjetivos? Estrenamos la sección Mujeres en Renfe y te invitamos a viajar a bordo para conocer vidas de interesante recorrido con protagonistas femeninas y singulares. Acompáñanos.

Cuando se es mujer y el destino es Arabia Saudí para ejercer de Directora Financiera, lo que estalla por los aires hasta hacerse añicos es el lapidario techo de cristal.

Tan sólo han transcurrido unos días desde que Pilar Cutanda aterrizara en Arabia Saudí para tomar los mandos de un departamento clave para que el Ave La Meca-Medina circule con éxito. Su responsabilidad pasa por presupuestar y cuadrar cifras, dotar de financiación al proyecto, activar procesos de compra y métodos de pago, entre otros etcétera, que adapta y replica tras su dilatada experiencia en diferentes cargos directivos de Renfe en el área económica financiera.  Tampoco pasamos por alto su excepcionalidad sino todo lo contrario; destacamos que es la única mujer española de los 230 empleados de Renfe que ejecutan en el país árabe el Proyecto Haramain y la curiosidad  es el motor principal que circula a lo largo y ancho de la entrevista.

Fotografía: Miguel Ángel Patier

Su decisión de trabajar en Arabia Saudí nos lleva a la inevitable pregunta de qué hace una mujer como usted en un lugar como éste. Pero antes, detállenos cuál es su formación y trayectoria profesional.

Estudié Económicas y en el último curso obtuve una beca que me permitió desplazarme tres meses a París. Hija de una mujer adelantada a su tiempo que se licenció en Filosofía y fue directora del primer colegio mixto en Madrid tras salvar varios obstáculos y siendo madre de cuatro hijos, tuve en ella a mi mejor modelo. Hablar Francés y tener conocimientos de Inglés posibilitó además la concesión de una beca en una empresa de Defensa del INI, que en aquel entonces estaba inmerso en la construcción del avión de combate Eurofighter.  La búsqueda de piezas y tareas diversas del proyecto me llevaron a viajar por Europa y Estados Unidos desde los 23 hasta los 28 años. Viví circunstancias fuera de lo común a mi edad y género que sentaron las bases para el despegue de mi carrera profesional.

“Hija de una mujer adelantada a su tiempo que se licenció en Filosofía y fue directora del primer colegio mixto en Madrid tras salvar varios obstáculos y siendo madre de cuatro hijos, tuve en ella a mi mejor modelo”.

¿Cuándo  ingresó en Renfe y con qué responsabilidad?

Parte del  equipo de trabajo del que formaba parte en la empresa de Defensa del INI  se integró en Renfe y, en mi caso, ocupé el puesto de Jefa de Gabinete. Fue el arranque rumbo a una trayectoria con diferentes responsabilidades y cargos  en la Dirección Económica Financiera de la empresa. Mirado con perspectiva, fuimos embrión de formas y maneras de trabajar dadas hoy por supuestas. De hecho, nos anticipamos al mercado que estaba por llegar y fuimos por delante de entidades empresariales y financieras en cuestión de métodos de pago, seguridad informática y comercio electrónico, acelerando la puesta en marcha de  procesos sin los que hoy la venta online no se entendería tal y como es. Fue clave apostar por la automatización informática y la actualización constante en términos tecnológicos.

Escucharla alimenta aún más la curiosidad por saber de usted. Por ejemplo, ¿ser mujer le ha impedido desarrollar su potencial y materializar anhelos profesionales?

En mi vida laboral debo agradecer haber contado con mentores que han creído en mi valía y puesto al frente de cargos con responsabilidad, independientemente del género. Soy una convencida de la importancia de “mentorizar” al trabajador en beneficio del equipo. Es primordial no poner freno al talento. En mi caso, tuve desde el inicio mentores que me hicieron crecer. Dicho lo cual, la seguridad y fortaleza no entienden de géneros ni de techos de cristal. Pienso que la losa transparente a veces nos la ponemos nosotras mismas. Es un límite imaginario que el hombre no tiene y ni siquiera se plantea. De hecho, yo he visto a mujeres que les dan la oportunidad de asumir responsabilidades directivas y las rechazan porque no se ven en el papel, quizá por un exceso de honestidad. En un hombre la reacción suele ser otra. Tampoco la maternidad ha de ser un obstáculo; en mi caso, adopté en solitario a una niña de un mes y tuve después otro hijo.

“Es primordial no poner freno al talento. En mi caso, tuve desde el inicio mentores que me hicieron crecer”.

En este contexto, ¿qué aconseja en base a su experiencia?

A derribar miedos, lo primero. Si una no se ve en un papel difícilmente la verán los demás. He compatibilizado mi trabajo en Renfe con la docencia y cargos en juntas directivas de asociaciones que dotan de perspectiva femenina al ámbito empresarial. Fui tesorera y la única mujer en la junta directiva de ASSET (Asociación Española de Directivos de Empresa). He desarrollado una labor docente en el Instituto de Estudios Fiscales durante diez años y he colaborado en la Comisión Financiera de Cruz Roja Madrid. Actualmente ejerzo de tesorera y responsable de la organización de eventos en Women CEO, donde nuestra razón de ser y estar es el asociacionismo femenino para empoderar a la mujer en el liderazgo y lograr, entre otros objetivos,  que  llegue a directiva y no se estanque en un puesto intermedio, donde se ubica la mayoría. Soy una convencida del lema: el Feminismo no es exclusivo, tenemos que convencer a los hombres de que la participación de la mujer es buena para la sociedad.

Fotografía: Miguel Ángel Patier

“Soy una convencida del lema: el Feminismo no es exclusivo, tenemos que convencer a los hombres de que la participación de la mujer es buena para la sociedad”.

Casi recién llegada a Yeda, una ciudad tan distinta de Madrid… Más allá de su nuevo reto profesional, nos interesa que relate su experiencia y diferencia desde su visión de mujer trabajadora.

Son muchas las anécdotas que describen el cambio. Además del obligado uso de la abaya (prenda que cubre todo el cuerpo excepto la cabeza, los pies y las manos), hay reglas que condicionan la libertad de movimientos. Por ejemplo, conducir no está permitido si eres mujer, careces de la tarjeta de residente y tienes menos de 40 años. Estoy en trámites para conseguirla y podré entonces dejar de depender del conductor asignado. No me acostumbro a avisarle por anticipado de cada paso que doy. No es fácil esquivarle e ir por mi cuenta… También hay situaciones sorprendentes; por ejemplo, que las tiendas no dispongan de probadores de ropa femeninos y que me queje y aseguren que la devolución del importe está garantizada si al probarme la prenda en casa no me convence. También el sentido del pudor con el uso de los distintos velos del mundo musulmán, que entre ellas se llamen la atención si consideran indecoroso el modo de llevarlo…

¿Cuándo decidió incorporarse al equipo de Renfe que se ha desplazado a Arabia Saudí y cuál fue la reacción de sus compañeros al llegar?

La importancia de mi mentor fue clave para lanzarme y entusiasmarme con la experiencia. Respecto a los compañeros, los primeros días hubo quien no salía de su asombro; acudían a verme desde las diferentes plantas y departamentos para comprobar que, efectivamente, era verdad que estaba allí y no una broma entre compañeros.

“Además del obligado uso de la abaya, hay reglas que condicionan la libertad de movimientos”.

¿Cómo afronta su responsabilidad?

Es una experiencia que me enriquece y dota de una visión que recomiendo a todos. Salir del denominado espacio de confort conlleva ampliar perspectiva y puntos de mira. Aprender, en este caso durante un año. También es gratificante comprobar el concepto que desde Arabia Saudí tienen de Renfe. Quieren un Ave como el que circula en nuestro país y saberlo te llena de orgullo.