La Tarjeta Sin Contacto (TSC), ya está implantada desde el 1 de julio de 2019 en casi todos los núcleos de Cercanías (Cataluña se prepara en estos momentos). La prueba piloto comenzó en Asturias, seguida de Zaragoza y Málaga dando el salto a Madrid en 2016 y, cumpliendo, en todos los núcleos con las expectativas previstas. Más de 90.000 TSC en la primera fase de implantación y más de 510.000 a día de hoy en total, de las cuales más de 250.000 se registran en el núcleo madrileño. TSC es la apuesta de Renfe en Cercanías para mejorar la comodidad y el acceso de los clientes, ayudando al medio ambiente al reducir los soportes en papel hasta ahora habituales.

Existen dos modelos: personalizada y no personalizada. No es un medio de pago sino el soporte para albergar los títulos de Cercanías y permite la fidelización, ya que cada una tiene un número de cliente. Ambas son reutilizables (se acabó eso de ver las TSC en el suelo o en las papeleras pensando que son de un solo uso, sobre todo las no personalizadas de cartón) y son una de las opciones para moverte por las «Cercanías».

  • La no personalizada (o de cartón, como comúnmente se la conoce) tiene un coste de 0,50 €. En ella puedes cargar un billete de Ida, Ida y Regreso o Bonotren (10 viajes para usar diferentes veces una o varias personas- recuerda que el bonotren caduca a los 30 días de la compra, pero tiene un descuento en el precio que no se contempla en el billete de Ida o Ida y Regreso).
  • La personalizada (de PVC, con foto, nominativa e intransferible) tiene un coste de 2€. La solicitud se puede obtener tanto en las oficinas de venta (estaciones) como de manera online y, una vez rellenada y entregada presencialmente se recibe en el punto de venta donde el cliente la solicitó, estación en la que quiere recogerla y/o en el domicilio. Una vez que esté en tu poder, podrás cargar cualquiera de los títulos de transporte de Cercanías Renfe (Ida, Ida y Regreso, Bonotren, Mensual, Trimestral, descuento Tarjeta Dorada, Familia Numerosa, Militar, etc.). .

Además, ambas TSC se incorporan al programa de fidelización + Renfe y podrás beneficiarte de Puntos para poder canjearlos por billetes de Cercanías en tu Tarjeta Sin Contacto.

¿Sabes qué esconde una TSC?

Posiblemente ya estemos familiarizados con ellas (porque las usamos, porque se las hemos visto a un familiar, amigo, vecino o pasajero dentro de los Cercanías), pero la TSC tiene mucho más. Una vez que nos hemos adaptado a ellas (los más precoces llevan años usándolas), nos olvidamos del trasfondo de esta tarjeta. Como viajero, es un soporte que guarda el título de transporte que me sirve para viajar en Cercanías y lo llevo en el bolso o la cartera. Cargo el billete (en oficina de venta o en máquinas autoventa), paso el torno y viajo. Sencillo.

Pero, ¿y si os digo que la TSC tiene mucho más por dentro para que estas acciones «monótonas y habituales para los viajeros» sean así de fáciles? Seguro que más de uno se ha dedicado a romper el cartón (pensando que no se reutilizaba, por aburrimiento o mera curiosidad). Pues sí, el «simple cartón» de la TSC No Personalizada -y también el PVC de la TSC personalizada – contienen una nueva tecnología que facilita todo el proceso del viaje. Ya no es tan sencillo como lo vemos desde fuera.

Incluye un microprocesador con una antena (rfid) dentro del mismo para la correcta grabación de los datos «sin contacto».  Es una tarjeta chip o tarjeta inteligente MIFARE Plus SE con una tecnología llamada a sustituir a los actuales sistemas basados en papel con banda magnética. De esta manera, se consigue mayor comodidad ya que para leer o grabarla con el título de transporte que necesitamos, nos bastará con aproximar la tarjeta al lector a menos de 10 centímetros (en los validadores no necesitas sacarla del monedero o cartera si quieres –siempre y cuando no tengas varias TSC juntas u otras tarjetas de transporte que inhabiliten su interacción con el lector-).

Pero también mayor rapidez y fluidez de paso en los accesos, fiabilidad y perdurabilidad de los soportes, mayor posibilidad de resolución de posibles incidencias y la capacidad de incorporar nuevos productos y servicios añadidos a la misma siendo reutilizable y protegiendo nuestro ecosistema.

¿Cómo funciona?

Tanto si cargamos nuestra TSC en una máquina autoventa como si un Operador Comercial lo hace por nosotros en la oficina de venta de las estaciones, las TSC «Renfe & tú» o «+Renfe & tú» (en Madrid) funcionan de esta manera:

El equipo lector/grabador de la máquina autoventa o programa Visir (en la oficina de venta presencial), procede a grabar la información del título adquirido en la zona de memoria del microprocesador interno de la tarjeta TSC, que después es interpretada por los equipos lectores de los dispositivos de control de acceso (tornos o canceladoras) utilizando para ello tecnología de radiofrecuencia.

De esta manera el software del torno lee la información de la TSC y determina si es correcto o no, validándola para poder entrar o salir de la estación. Por eso, es necesario que la TSC esté cerca del lector del torno – sin frotar la tarjeta en el lector ni moverla – para que se realice ese intercambio de datos. Tan simple y tan complejo a la vez.

Identificación por radiofrecuencia

La radiofrecuencia se utiliza para captar las tarjetas (TSC) que están dentro del ámbito de comunicación de los lectores (tornos o autoventas) e, inmediatamente, el software de estos determina la idoneidad de las tarjetas presentadas. Esta tecnología se comunica mediante inducción magnética en donde dos antenas en espiral (la de la tarjeta y la del lector, comportándose ambas como un transformador) se colocan dentro de sus respectivos campos cercanos y reaccionan ante ese intercambio de datos.

Pero no solo eso. El microprocesador guarda la información de la validación en el acceso durante todo el viaje y hasta que no se recargue otro título de transporte diferente en el soporte TSC, esa información quedará almacenada en el chip inteligente de la tarjeta y es susceptible de ser leída por el cliente.

De hecho, las TSC van identificadas en el reverso con el número de chip y un código bidimensional (QR). La lectura de la TSC se puede realizar en las autoventas (simplemente colocando tu TSC dentro del cajetín) o en las oficinas de venta (los Operadores Comerciales lo realizarán en un lector de tarjetas).

Y, gracias a todo ello, podemos disfrutar de la comodidad de llevar nuestro título de transporte en un soporte cómodo, fiable y que gestiona con rapidez y fluidez la adquisición de los títulos de Cercanías y el paso en todos los accesos.

De esta manera, viajar es aún más confortable. ¿Tienes ya la tuya?

Texto: Raquel Sanabria Fernández / Gerencia Comercial en Cercanías Madrid.

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