Si has viajado en alguna ocasión con nosotros, es probable que hayas sentido en un determinado momento del trayecto que el tren va reduciendo su velocidad (incluso parece que llega a apagarse) hasta que entra en una instalación que se asemeja a un túnel. ¿El tren está entrando en el taller? ¿Una avería? No, tranquilos. Es un proceso totalmente normal. El tren atraviesa un cambiador de ancho para aprovechar el mayor número de kilómetros de alta velocidad.

A continuación os mostramos en un vídeo las claves para entender mejor este proceso:

¿Por qué es necesario cambiar de ancho? En España hay anchos de vías diferentes y en Renfe, dos principales: vías de ancho convencional (1.668 mm) y vías de ancho internacional (1.435 mm). El ferrocarril español optó por vías de 1.668 mm basándose en cuestiones relacionadas con la orografía, hasta 1992 cuando se estrenó la alta velocidad en España y se apostó por las de 1.435 mm.

La necesidad de cambio de ancho nace cuando se quiere atravesar la frontera francesa con trenes españoles. Por este motivo, en 1968 se instala el primer cambiador de Talgo en la frontera de Portbou y en 1981 en Hendaya.

En 1992 con la inauguración de la primera línea de alta velocidad en España, Madrid-Sevilla, se construyen los cambiadores de ancho de Atocha, Córdoba y Majarabique. En 2001 se incorporan instalaciones con tecnología CAF.

Actualmente, los cambiadores de ancho son esenciales para aprovechar el mayor número de kilómetros de alta velocidad, que ya hay más de 3.000 construidos en nuestro país.

¿Qué es un cambiador de ancho? Es una instalación de cambio automático para pasar de un ancho de vía convencional a uno de vía internacional, o viceversa. Además de dos anchos de vías, también hay dos tipos de electrificación: 25.000 V en corriente alterna en alta velocidad y 3.000 V en corriente continúa o tracción diesel, si la línea no está electrificada, en vías convencionales. En la instalación se compatibilizan ambas alimentaciones en función del tipo de tren.

En España hay cambiadores de ancho con tecnología Talgo y CAF. En total, a día de hoy hay 20 instalaciones activas que te mostramos en el mapa:

¿Cómo se realiza el cambio de ancho? Cuando el tren se va acercando a un cambiador de ancho, la velocidad se reduce hasta los 12-18 km/h para asegurar la maniobra. Pero es solo unos minutos.

Al paso del tren por el cambiador, las ruedas se descargan de su peso en unas guías para que no sufran los ejes y garantizar en todo momento la seguridad del tren. Posteriormente, se liberan los cerrojos de los ejes para poder ajustar las ruedas al ancho correspondiente. Una vez realizada esta operación, se vuelven a cerrar para que el tren continúe su camino.

Como ya hemos comentado anteriormente, además de dos anchos de vías hay dos sistemas de electrificación, que se cambian en esta instalación. Por este motivo, en un momento del proceso da la sensación de que el tren se apaga y se oyen más las conversaciones, los ruidos de las maniobras que se están realizando. Pero ¡no hay nada que temer! Como podéis ver en el vídeo, es un proceso totalmente normal.

España es pionera en interoperabilidad, cuenta con trenes preparados para circular por los dos tipos de vías existentes, de ancho convencional e internacional. El proceso de cambio de ancho, que es totalmente normal, se realiza para aprovechar el mayor número de kilómetros de alta velocidad y, de este modo, mejorar la experiencia de viaje.

Texto: Sofía Fernández Saavedra

Audiovisual: Daniel Grandell