Desde los tiempos de los antiguos exploradores, que se embarcaban en viajes y aventuras movidos por el afán de descubrir mundo o de trazar nuevas rutas comerciales, viajar se ha ido popularizando hasta convertirse en algo indispensable y cotidiano en el mundo en que vivimos. Hoy en día nadie puede imaginarse sin desplazarse al menos una vez al año a otro país para disfrutar de unas vacaciones y vivir nuevas experiencias y sensaciones, y es que la evolución del viaje ha sido fulgurante. El descubrimiento de los destinos de sol y playa a mediados del  siglo XIX, junto a la aparición en la actualidad de medios de transporte low cost accesibles para todos los públicos, ha disparado el fenómeno del turismo alcanzando récords históricos a principios de 2020. Y España no ha sido ajena a este crecimiento.

Solo en 2019, España recibió 80 millones de turistas, convirtiéndose en el segundo país más visitado del mundo por detrás de Francia. Para darnos una dimensión de la importancia del turismo, antes de la llegada de la Covid, casi el 13% del PIB español dependía de este sector, por desgracia construido en demasiadas ocasiones sobre modelos de usar y tirar.  Se empiezan a hacer visibles los problemas intrínsecos derivados de esos desplazamientos masivos en ciudades como Venecia o Barcelona, y a ponernos en alerta de las limitaciones de un planeta cuyos recursos parecían inagotables, pero que sin embargo, comienza a reflejar de manera patente dichos excesos (el cambio climático,  la huella de carbono, el agujero de la capa de ozono o los problemas derivados del plástico y de la gestión de residuos…).

“Bienviajados —una palabra que hace referencia a personas que viajan mucho, pero sobre todo a aquellas que lo hacen bien, o que al menos lo intentan”

Bienviajados y el turismo del futuro

No es nada nuevo decir que viajamos mucho y que cada vez lo hacemos más. Lo que no nos preguntamos tan a menudo es si viajamos bien. Solo la irrupción de la Covid, obligándonos a quedarnos en casa, ha conseguido romper esa tendencia alcista e imparable del turismo y el mundo lo ha agradecido. Se han acelerado algunos procesos entorno a la sostenibilidad poniendo en boga al turismo sostenible, y a una conciencia colectiva más verde. Y entre medias, ante esa imposibilidad de viajar, la pandemia nos ha enseñado algunas cosas; por un lado lo importante que es y la necesidad que tenemos de viajar, y al mismo tiempo, nos ha hecho reflexionar en la manera en que tenemos de hacerlo.

En medio de este contexto nace Bienviajados —una palabra que hace referencia a personas que viajan mucho, pero sobre todo a aquellas que lo hacen bien, o que al menos lo intentan.  Este proyecto se materializa en un documental, que surge como una inquietud de Sergio Otegui y de mí mismo, Alberto Menéndez, a través de la realización de un viaje por diferentes lugares de España, y en el que conocemos a distintas personalidades del mundo del turismo para responder a ciertas preguntas.  ¿Volveremos a viajar como antes?, pero sobre todo, ¿deberíamos hacerlo?

“Solo la irrupción de la Covid ha conseguido romper esa tendencia alcista e imparable del turismo y el mundo lo ha agradecido. Se han acelerado algunos procesos entorno a la sostenibilidad poniendo en boga al turismo sostenible y una conciencia colectiva más verde”

Alternativas y nuevas formas de turismo:

La pandemia nos ha obligado a reinventarnos y a buscar alternativas de turismo. Aparecen nuevas formas de viajar y de planificar nuestros viajes, y un ejemplo de esto nos lo ofrece Renfe al ofertar la compra anticipada de billetes con hasta un año de antelación. En Bienviajados, presentamos algunas de esas alternativas y posibles soluciones planteadas por nuestros protagonistas, con el objetivo de determinar cómo serán esos viajes en el futuro:

El turismo industrial

En ciudades como Barcelona, en donde los excesos del turismo han dejado huella a todos los niveles, han terminado por alejar a los residentes de algunos barrios a distritos más alejados. Como consecuencia, se aprecia un encareciendo del alojamiento en su núcleo urbano. Bienviajados propone como solución a este problema,  expandir el beneficio del turismo a áreas colindantes con actividades poco conocidas y tan atractivas como el turismo industrial.

El turismo industrial es una nueva modalidad de turismo construida en torno a un patrimonio industrial existente que se ha ido consolidando en los últimos años, especialmente en Cataluña. De hecho, la XATIC (Xarxa de turisme industrial de Catalunya) reúne ya una gran cantidad de lugares industriales antiguos, ligados a la historia de los habitantes de la zona, con la finalidad de ayudar a entender su evolución, al tiempo que enseñan, en muchas ocasiones y de forma interactiva, sus procesos.

Las posibilidades son infinitas. Van desde rutas de enoturismo a una bodega; a la visita a la mina de Bellmunt con su colonia; pasear entre los antiguos telares de las comarcas textiles de Manresa; meterse en el túnel del tiempo en la antigua estación de trenes de Berguedá; a conocer el camino del agua de Torrelavit y su importancia o a empaparse de saber en el Museo de la Ciencia y la Técnica  de Catalunya en Terrasa entre muchos otros.

“Aparecen nuevas formas de viajar y de planificar nuestros viajes, y un ejemplo de esto nos lo ofrece Renfe al ofertar la compra anticipada de billetes con hasta un año de antelación

La vuelta a lo rural

Otra alternativa al turismo tradicional es el turismo rural, una práctica que ha ganado muchos adeptos en el mundo pospandémico. Los ecoturismos y la posibilidad de sentirse libre en plena naturaleza, ha supuesto un reverdecer para los espacios rurales, sobre todo ante el problema de la despoblación en España. Como ejemplo está el Sobrarbe, una de las regiones rurales más importantes de Aragón, en donde el turismo se muestra a veces como la única posibilidad de futuro para salvar a esos pueblos, cuyo destino basados en la agricultura y en la ganadería es incierto. En Bienviajados conocimos de primera mano algunas de las historias personales de sus habitantes. El Sobrarbe, a pesar de ser la única comarca de Aragón sin estaciones de esquí, ha conseguido abrirse al futuro gracias al turismo rural, sin alterar para nada sus tradiciones.

Queda mucho por hacer y esta claro que el futuro del turismo pasa por cambiar nuestros hábitos en nuestra forma de viajar, y también nuestra vida cotidiana. Ahora una vez que la pandemia va quedando atrás y los viajes se han retomado, dependerá de nosotros decidir si vamos a luchar por un turismo diferente, alternativo y sostenible, o por contra vamos a volver a repetir los mismos errores del pasado. Nosotros tenemos clara nuestra postura, ¿bienviajamos?

Texto: Alberto Menéndez Sánchez / thetravelerproject.com  /  TW: @AlbertoMnndz / IG: @backpackertravelblogger / 

Te invitamos a visualizar el reportaje de youtube firmado por el autor del post y por Sergio Otegui / nadaincluido.com /  TW: @Nada_Incluido / IG: @Nada_Incluido:

Bienviajados, ¿volveremos a viajar como antes?