El andén espiritual se hace grande al llenarse de sentimientos y emociones para escuchar la inimitable voz de la recientemente desaparecida Aretha Franklin. Un diluvio musical se cierne sobre esta nueva edición del Expreso de la Nostalgia. El viaje se convierte en un refugio para  recordar a esta  artista universal.

Personalidad trascendente y voracidad creativa al actualizar una lista interminable de versiones exitosas como la maravillosa Respect de Otis Redding. La nostalgia nos comisiona para recordar temas de eterna grandiosidad donde el Soul proclamaba a su definitiva reina. Las letras de algunas canciones tienen memoria y retratan con fidelidad los avatares de su existencia artística y personal.

En este viaje toda confabulación es admisible. Todo un himno feminista. Para muestra una de sus composiciones propias dentro del grupo de las canciones más recordadas que diez años después (1978) formó parte de la banda sonora de la película “Granujas a todo ritmo” (The Blues Brothers). El intransferible sentido del ritmo nos hace desertar de todo lo que nos sea musicalmente frenético.

El poder efímero del Soul, Góspel y R&B obedece a imponderables del tiempo que se reflejan en su excepcional carrera. Dicen que rendir homenaje es una forma de gratitud así que quien no reconozca a nuestra ilustre viajera debe bajarse de este expreso musical.

Con todo el andamiaje de su universal voz nos empapamos, sin esfuerzo, de esa atmósfera tan insólita, que  transmite emoción, sentimiento y magia al escuchar esta maravillosa canción del disco Lady Soul. Góspel en estado de gracia. Cuatro meses en el número uno se traducen en un Grammy como mejor interpretación femenina. Irresistible canción donde brilla su compenetración al piano.

La fuerza de los acontecimientos vocales nos empuja a no capitular de la memoria imborrable de sus irrepetibles interpretaciones que la banda sonora de la película “Uno de los nuestros” que Scorsese recuperó:

Los recuerdos suenan en total consonancia con el ambiente de especial emotividad. Todo ello con el Expreso de la Nostalgia como hilo conductor de legendarias canciones formadas por gritos afinados asombrosamente y tonos imposibles como telón de fondo musical.

Una de las canciones más icónicas de su carrera es realizada a la carta. El fantástico dúo de compositores Carole King y Jerry Goffin escriben una canción específica para Aretha. Tema inmarchitable que reina de manera admirable. Voz de arranque galáctico donde percibimos un claro magnetismo e imán de credibilidad que sigue los pasos de su ídolo Sam Cooke.

La reina del Soul defendía, con igual fortuna, antológicas versiones como sus propias canciones a través de la garganta más privilegiada que ha conocido la música popular. Un ejemplo de sus conocidas “apropiaciones” es este tema compuesto inicialmente para Dionne Warwich por el gran compositor Burt Bucharat que al año siguiente se convirtió en un éxito mundial y en la canción favorita del repertorio de Aretha.

Más allá de una voz diferente, hay una cosa que se llama magia que a la mayoría de los fans suele obligarles a rendir pleitesía al Soul, con el mayor umbral de exigencia, que se convierte con ritmos alienados en el primigenio Funk.

Tras escuchar esta canción en la voz de Dusty Springfield decide grabar su propia versión. El resultado no admite comentarios:

Asuntos de familia, talento musical en las venas para orgullo de su padre el reverendo Franklin. Su hermana pequeña escribió una canción que alcanzó los puestos más altos de la listas tras grabar la melodía con el propio coro fraternal de Carolyn y Enma Franklin.

Su participación en duetos especiales suponía un ostentoso ejercicio vocal. Voz estremecedora donde sus canciones son el mejor refugio para recordarla. Aretha acompañada del malogrado George Michael consiguió su primer número uno en el Reino Unido:

Aunque el tiempo es el gran aliado del olvido, mientras la industria musical y los estilos evolucionan a ritmo vertiginoso, nos tranquiliza que su voz y su talento permanecen con nosotros. La nostalgia nos abre ventanas al pasado como destellos intensos en la memoria de nuestros oídos. Huimos de la caducidad de los recuerdos musicales, pero el pasado más inmediato nos devuelve al presente.

El Expreso de la Nostalgia llega a su fin. Permanezcan atentos. Próxima estación: Continuará…

Tino Carranava  es Periodista  / @tinocarranava

Fotomontaje locomotora:  Amparo Domingo / Manuel Magán