Emergencia, según la RAE, en su tercera acepción: situación de peligro o desastre que requiere acción inmediata.
Récord tras récord, aumenta el nivel de concentración media mundial de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera. Se comenta hasta en los bares. En 1984, el Centro de Investigación Atmosférica de Izaña (Tenerife) comenzó a publicar datos. No solo se mide en Mauna Loa. En 1984, la concentración del CO2 en la atmósfera ascendía a 340 partes por millón (ppm). El pasado mes de abril ya se alcanzaron 413 ppm. Y en mayo, 415. “Una barbaridad”, dice su director.
El cambio climático, y la enorme pérdida de biodiversidad que estamos generando los humanos, son sin duda retos críticos a los que se enfrenta nuestra especie, poniendo seriamente en duda la continuidad de la vida en la Tierra tal y como la conocemos. La semana pasada, el informe de la Plataforma Intergubernamental sobre la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos (IPBES) avisaba de que un millón de los ocho millones de especies animales y vegetales existentes (13% del total) están amenazadas de extinción, y podrían desaparecer en décadas si no se toman medidas efectivas, urgentes y decisivas.
Parece que estamos a las puertas de la extinción masiva del Antropoceno, el periodo geológico actual, causada por el ser humano. Está ocurriendo ante nuestros ojos, y si no actuamos inmediatamente, será la sexta extinción masiva en la historia de la Tierra. La más reciente acabó con los dinosaurios tras 150 millones de años de existencia. Nosotros tan solo llevamos algo más de medio millón. Ya en 2002, Wilson, en “The future of life”, estimaba que con el actual ritmo de destrucción de la biosfera la mitad de las formas de vida se extinguirían en 100 años. Pero también confiaba en la capacidad de la humanidad para revertirlo.
Gran Bretaña e Irlanda, una gran ola por la Emergencia Climática
El Parlamento británico declaró en abril el estado de emergencia climática, aprobando una moción impulsada por el líder de la oposición laborista Jeremy Corbyn, proponiendo cero emisiones en el Reino Unido para 2050. La moción fue aprobada con el respaldo mayoritario de la Cámara.
Es coherente con el Panel Internacional sobre el Cambio Climático (IPCC), que recientemente publicó un informe alertando de que hay que reducir un 45% las emisiones de CO2 para 2030, llegando a cero emisiones en 2050, evitando así que la temperatura media global supere 1,5ºC por encima de los niveles pre-industriales. Es una medida no vinculante pero de alto valor simbólico. Se tomó días después de la cadena de acciones del grupo (sobre todo juvenil) Extinction Rebellion (XR), con más de mil detenidos en Londres, lo que generó un gran impacto en la opinión pública británica. Una declaración que busca desencadenar el efecto dominó sobre otros parlamentos y gobiernos del mundo, como el español, reforzando el mustio acuerdo de París contra el calentamiento, rechazado y ridiculizado por Trump, y que también ha sido secundada por Irlanda.
En España, el movimiento ha prendido en el mundo académico, que se une para buscar una acción eficaz e inmediata contra el Cambio Climático. Un grupo de estudiantes de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC), junto al movimiento juvenil Fridays for Future Barcelona, ha conseguido la proclamación por parte de esta universidad catalana de la primera declaración española del Estado de Emergencia Climática. En este contexto, el Govern de Catalunya es la primera comunidad autónoma que se ha sumado a la Emergencia Climática. Teresa Ribera, ministra en funciones, al hilo de tales declaraciones ha afirmado que “debe acelerarse la acción climática porque, si no, es muy difícil ganarle la batalla a una amenaza real para nuestro bienestar y nuestra convivencia pacífica en el mundo”.
Los expertos piden reducir la demanda de energía, incrementar la electrificación, especialmente en el transporte, impulsar la energía eólica marina, promover las aplicaciones del hidrógeno y desarrollar la captura y el secuestro del carbono. Demandan también acciones urgentes para el transporte aéreo y marítimo. Otras propuestas pasan por disminuir el consumo de carne, y adelantar la prohibición de vender vehículos de combustión (gasolina y diésel) a 2035.
¿Será el nuevo Parlamento español salido del 28 de abril capaz de debatir y acordar inmediatamente, con la madurez requerida, una declaración semejante, adquiriendo un compromiso a favor de acelerar la adopción de la pendiente Ley contra el Cambio Climático en España? Tal vez, si declaramos de forma inmediata, personal, corporativa y colectivamente la Emergencia Climática en todo el mundo, tengamos algo más de suerte que los dinosaurios.
Tal vez, si ahora mismo lanzamos un SOS al mundo….
Walked out this morning,
Don’t believe what I saw
Hundred billion bottles washed up on the shore
Seems I’m not alone to being alone…
(*) Message in a bottle (Sting)
Texto: Santos Núñez del Campo ha sido Presidente de la Comisión de Políticas Sectoriales y Medio Ambiente del Consejo Económico y Social de España. Es Responsable Corporativo de Sostenibilidad de Renfe.
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