Ferroviarios por el mundo tiene hoy de protagonista a Imanol Leza Olaizola, responsable del Mercado Francés de Renfe que, como su propio nombre indica, representa a la empresa ferroviaria y busca abrir vías de oportunidad tanto en servicios comerciales como en los considerados de servicio público en el país vecino. Kilómetros de recorrido más allá de nuestras fronteras y abiertos a la competencia gracias a la liberalización del sector.

La cita podría haber sido en Madrid, París, o en cualquier otro lugar de Francia por el que habitualmente viene y va tratando de mediar entre instituciones, convocar reuniones o cerrar acuerdos. Pero la coincidencia nos reúne en Bilbao y la maravillosa cristalera que caracteriza a la estación intermodal de Abando-Indalecio Prieto, en pleno centro de la ciudad. Un prisma multicolor como escenario de fondo para conocer algo mejor a un navarro de pura cepa que hunde raíces en el ferrocarril vasco como referencia, ama la bicicleta como compañera incansable durante hora y media antes de que amanezca, la Historia como fuente que sacia su curiosidad innata y, por supuesto, el tren; ante el cual se confiesa bipolar fruto de la ambivalencia entre la calidez sentimental que el ferrocarril le evoca desde la infancia, y la frialdad financiera que ha de sobrellevar siendo gestor.

Antes de adentrarnos en su trayectoria profesional, detállenos cuál es su formación académica.

Licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad del País Vasco, me matriculé seguidamente en Ingeniería Industrial Suficiencia Investigadora y, dado que fui consciente que los estudios de Ingeniería eran más versátiles y prácticos para la incursión en el mercado laboral, completé formación como Ingeniero Electrónico. Posteriormente, realicé un MBA en Administración de Empresas y estudios universitarios como Experto en Ingeniería Ferroviaria. Más reciente es el título como graduado en Historia por la Universidad Paris – Nanterre, en Francia.

Sin duda le motiva a usted aprender.  Siendo su responsabilidad la que es, damos por hecho que domina varios idiomas…

Euskera, castellano, francés e inglés. También poseo el nivel B2 de italiano.

Dominar tantos idiomas requiere dedicación y esfuerzo. ¿Cómo ha sido posible estudiarlos?

Mucho tiene que ver mi lugar de procedencia. Vivo en Etxalar, pueblo navarro fronterizo que no alcanza el millar de habitantes y, por su ubicación estratégica, recibe influencias que nos han marcado a los habitantes. No en vano, somos 11 ingenieros en la localidad, una proporción curiosa para tan escasa población. En lo relativo a los idiomas, el euskera es mi lengua materna y el castellano lo he hablado desde siempre, además de en el colegio y la universidad. El francés lo aprendí en modo autodidacta en un tiempo en el que sin internet ni otros medios de entretenimiento, las emisoras de radio a un lado de la frontera dejaban de oírse a hora temprana, cosas de la antigua onda media. En consecuencia, había que agudizar oído y echar mano de recursos propios para aprender. Algo parecido sucedió con el inglés, que con años de aprendizaje logré aprobar el C2. Y el italiano, gracias a los cursos por fascículos de aquella época.

“Nuestro protagonista representa a la empresa ferroviaria y busca abrir vías de oportunidad tanto en servicios comerciales como en los considerados de servicio público en el país vecino”.

¿Dónde empezó a trabajar usted y cuál ha sido su trayectoria profesional antes de ingresar en Renfe?

Me estrené en el mundo laboral en empresas de ingeniería y, seguidamente, ocupé el cargo de director de Planificación del Transporte de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno Vasco. Desde 2014 hasta poco antes de ingresar en Renfe, he sido director general de Eusko Trenbideak – Ferrocarriles Vascos. También soy representante desde hace años en el Comité de Alta Velocidad de la UIC (Unión Internacional de Ferrocarriles).

Desde 2021 es el responsable de Renfe en el Mercado Francés. ¿Cómo llega usted hasta aquí?

No fue por casualidad sino consecuencia de una suma de circunstancias. Desde mi responsabilidad en puestos del área de Transportes en el Gobierno Vasco y Euskotren, ya mantenía relación fluida con Renfe, tanto en el ámbito de transporte de mercancías como en el de coordinación de tráfico de viajeros. Conocía de primera mano la labor de Renfe y sus planes de internacionalización, así como los excelentes profesionales que la integran. Supe de la convocatoria pública para ocupar la plaza y opté a la misma, a sabiendas de que cumplía con los requisitos exigidos en cuanto a formación, experiencia e idiomas, pero sobre todo por la ilusión en sumarme a un proyecto apasionante con el que me identifico profesionalmente.  Desde otoño del pasado año tengo el cometido de abrir mercado en el país vecino allá donde exista oportunidad.

Dibújenos un mapa imaginario para visualizar acciones de Renfe en Francia, por favor.

La empresa ya abrió una oficina de representación en Francia en 2020, con el objetivo entablar relaciones con la administración y salvar obstáculos burocráticos en su despliegue por el país vecino, gracias a la liberalización ferroviaria. Ahora, el objetivo de Renfe no es solo avanzar en corredores de alta velocidad a nivel comercial, sino también en las líneas regionales (TER, por las siglas en francés), que cubren trayectos en diferentes zonas del país en condiciones de servicio público y en servicios gestionados por el Ministerio que son objeto de licitación pública.  Actualmente están en curso dos licitaciones en la región de Gran Est, al norte del país: una para pujar por contratos entre las ciudades de Nancy-Contrexéville, línea de 90 kilómetros cerrada al tráfico que se pretende reabrir en 2028 mediante alianza con otras empresas, en la que operaríamos no solo en la explotación sino también en otras fases de diseño o construcción. La otra es la comprendida entre Bruche-Piémont-Vosgues.

¿En qué fase se encuentran las negociaciones para entrar en corredores franceses de alta velocidad?

Una vez finalice la alianza Renfe-SNCF en Cooperación mediante la marca comercial Elipsos el próximo mes de diciembre, Renfe Viajeros buscará competir con los potenciales competidores para entrar en el mercado francés, no solo en los corredores desde Barcelona a Marsella, Lyon o París donde ya opera como Elipsos, sino en la totalidad de las líneas francesas donde exista la opción. Hay dificultades, técnicas y reglamentarias, pero en ello trabaja Renfe desde hace mucho tiempo.

¿Qué visión se percibe de Renfe desde Francia?

La empresa ferroviaria es un referente asociado a prestación de servicio de calidad. Por ejemplo, en presentaciones de propuesta para entrar en algún corredor concreto, profesionales franceses que nos asesoran durante el proceso, aconsejan realizar la presentación en clave genérica sobre los hitos de Renfe como marca global, no solo en la experiencia acumulada en Alta Velocidad, sino también en trayectos de Media Distancia y Cercanías por la valoración tan positiva que se tiene de Renfe en el país vecino. Nos conocen y la opinión que se tiene de Renfe es muy buena.

En consecuencia, la posibilidad de entrar en el país a corto plazo se afronta con optimismo.

Las directrices de la Unión Europea marcan una realidad, somos por tanto realistas respecto al futuro con los objetivos que trabajamos. Más allá de los corredores mencionados, cabe destacar el horizonte que vislumbramos una vez las líneas de alta velocidad aún en construcción estén en marcha. Las regiones tienen que ir abriéndose a la competencia y, además, hay servicios transfronterizos que pueden hacerse técnicamente viables a medida que avanza la entrada en servicio de nuevas infraestructuras.

” En Francia, La empresa ferroviaria es un referente asociado a prestación de servicio de calidad, no solo en la experiencia acumulada en Alta Velocidad, sino también en trayectos de Media Distancia y Cercanías”.

Para poner en marcha todas las acciones que nos relata, contará usted con un equipo en la labor diaria…

Renfe ya trabajaba en el Mercado Francés en busca de oportunidades antes de mi ingreso en la empresa. Sin embargo, crecemos en paralelo a las nuevas necesidades. A fecha de hoy somos siete profesionales dedicados en exclusiva a proyectos ubicados en el país. En dependencia de la Dirección Internacional de Renfe, me considero dependiente absoluto de cada miembro del equipo. En esta línea y, sin ánimo de parecer soberbio, soy el hombre más listo del mundo porque sé perfectamente cuáles son todas y cada una de mis limitaciones. Trato, por tanto, de rodearme de los mejores, aquellos expertos en lo que mejor saben hacer y que cubren mis carencias. Estoy totalmente convencido de que en la suma de cada miembro del equipo está el éxito del conjunto. Entre mis mayores fortalezas también está mi convencimiento de que hay que saber delegar.

¿Considera a Renfe preparada para afrontar los retos a los que se enfrenta en un sector liberalizado?

Sin duda, Renfe cuenta con profesionales excepcionales y ejemplos que corroboran lo que afirmo. Así, lo que a simple vista puede parecer obstáculo que se presenta en el recorrido, termina convirtiéndose en un gran reto. Para muestra están los trenes Alvia, con tecnología que adapta el vehículo a los diferentes anchos de vía por los que transcurre. Renfe ha sabido históricamente convertir un reto en una oportunidad y, porqué no decirlo, en una ventaja. Si nos remontamos a hace décadas, Renfe ha buscado soluciones desde el siglo pasado y circulado por vías internacionales a bordo del mismo tren. ¿Cómo no vamos a ser capaces de afrontar lo que está por llegar en el siglo XXI si se ha hecho desde siempre?

Anotaciones al margen…

Autodidacta, Leza busca la manera de entender lo que le rodea con los recursos a su alcance; aprendiendo idiomas a base de insistencia para escuchar la radio o mediante cursos por correspondencia. Curioso desde la cuna y apasionado del ferrocarril desde que tiene memoria, su primer vínculo con el tren le lleva de la mano de su padre a un viaje a bordo junto a él. Con 5 años se le metió el ferrocarril en las entrañas y ha sido su aliciente, no solo en su trayectoria profesional, sino también en algunas de las lecciones aprendidas en territorio personal. Muestra es que, siendo adolescente, quiso recorrer la línea entre Jaén y Puente Genil antes de que se clausurara, pero desestimó la idea por temor a encontrarla cerrada antes de llegar tan lejos. Efectivamente, dejaron de circular los trenes y nunca realizará aquel viaje, aunque le hubiera dado tiempo a disfrutarlo si se hubiese decidido entonces.

En su fuero interno siempre quedará aquel trayecto sin cubrir desde Jaén como una mala decisión, precisamente, por no haberla tomado. Por eso, Imanol no pierde determinación ni ocasión para perseguir hasta lograr todo aquello en lo que cree y se propone. Su cometido actual pasa por liderar un equipo en busca de oportunidades para Renfe en Francia y, esta vez sí, se ha subido al tren a tiempo. Bon voyage!

Texto: Verónica Portell

Fotografías: Miguel Ángel Patier

Te contamos la trayectoria de otros profesionales de Renfe en Ferroviarios por el Mundo.