Es cierto que los seres humanos somos animales de costumbres, que nos acomodamos a las situaciones y nos cuesta cambiarlas. Afortunadamente nunca me ha pasado esto. Cuando estoy un tiempo haciendo algo, necesito cambiar, evolucionar, mejorar. La experiencia me ha demostrado que cambiar te brinda oportunidades de aprendizaje, de conocimiento de otros y de multitud de cosas nuevas. Pero lo más importante es que te da la oportunidad de descubrir tus propias capacidades. Eso es lo más enriquecedor.

La vida personal y la profesional tienen mucho recorrido y, desde mi punto de vista, hay que sacar el jugo a cada etapa de ese recorrido, aprovechando cada experiencia que surge, pues lo grande de la vida es la sucesión de aconteceres que vivimos y lo positivo que sacamos de ellos, ya que hasta de los malos aprendemos.

Mi vivencia en el Proyecto Haramain ha sido un claro ejemplo de todo esto. En lo profesional, la mayor aportación ha sido el descubrirme capacidades más allá de las que yo creía. Un proyecto internacional de este tipo requiere de personas que se adapten rápidamente para superar cualquier contratiempo. El equipo es reducido y todos tenemos que estar dispuestos a hacer lo que se necesite, y la empatía entre nosotros hace que todo sea posible.

En esta etapa he experimentado el que nadie se sienta propietario de su trabajo y de sus conocimientos. Todo el mundo está dispuesto a compartirlos y a aprender de los otros. Tengo compañeros que, después de un tiempo en el proyecto, están realizando trabajos que nunca se hubiesen imaginado que iban a desarrollar.

Otros compañeros, han asumido responsabilidades que están por encima de la categoría profesional que tienen en Renfe sin plantearse si les correspondía o no. Y me consta que lo viven como un reto estimulante, a pesar de que ello suponga un trabajo y un esfuerzo adicional. Y es que la dinámica del trabajo te impulsa a estar siempre alerta para resolver cualquier circunstancia adversa que pueda producirse.

“En lo profesional, la mayor aportación ha sido el descubrirme capacidades más allá de las que yo creía. Un proyecto internacional de este tipo requiere de personas que se adapten rápidamente para superar cualquier contratiempo.”

En el caso de este proyecto, además, la oportunidad de desarrollar tu trabajo en un idioma que no es el tuyo, ayuda a consolidarlo. Y con suerte puedes aprender el idioma local y practicar otros, pues siempre existe la oportunidad de tratar con gente de distintas nacionalidades. Los réditos en el terreno personal también son muy positivos ya que tienes que instalarte y aprender a vivir en otro país con otras costumbres. Tienes que adaptarte a nuevos horarios, a nuevas formas de vestir, a nuevos sabores y a nuevos paisajes.

En el debe están las ausencias de tus seres queridos, familiares y amigos, la pérdida de la sensación de hogar que todos tenemos en nuestro país y en nuestra casa, y la soledad que, inevitablemente, se siente en ocasiones cuando emprendes esa experiencia individualmente. Los estrechos lazos que desarrollas con tus compañeros de aventura y las tecnologías de la comunicación, que permiten ver cada día a tus más allegados en tu teléfono o en tu ordenador, hacen, afortunadamente, más llevadera esta parte más dura de la experiencia.

El ferrocarril se encuentra en un momento de cambio profundo que va a ofrecer, a todos los profesionales que trabajamos en el sector, oportunidades dentro y fuera de nuestras organizaciones y dentro y fuera de España. Es un momento perfecto para alinearse vital y profesionalmente con el cambio y poder participar del mismo intentando acomodarlo a nuestras perspectivas.

Estas reflexiones pretenden animar a los que me lean a crecer, a evolucionar, y a no dejar pasar esas oportunidades por comodidad o por miedo a salir de esa denominada “zona de confort” que, en ocasiones, no proporciona satisfacción ninguna. Por mucho que cueste el cambio, por incómoda que sea la adaptación a nuevas situaciones, el resultado es siempre satisfactorio.

Los nuevos retos son, sin duda, nuevas oportunidades.

Texto: Pilar Cutanda es Directora Financiera en Arabia Saudí en el Ave La Meca-Medina

Conoce más sobre ella en la entrevista publicada en la sección del blog Mujeres en Renfe.