Las estaciones de Cercanías cuentan con máquinas autoventa. Unos equipos que agilizan los citados procesos de compra de billetes para el uso en todos los trayectos del núcleo madrileño. Estos sistemas, como muchos otros, han sufrido un proceso de actualización a lo largo de las décadas derivando en modernas máquinas autoventa que ofrecen mucho más que la simple compra de un billete.

Cierto es que las máquinas que hoy en día vemos en las estaciones distan mucho de lo que había hace 30 años en las primeras instalaciones y líneas de Cercanías: Software mejorado, diferentes sistemas de pago, lectura de código QR para diversas operaciones o paneles dinámicos que informan al viajero y promocionan ofertas culturales unidas al ferrocarril madrileño. Las diferencias son significativas con las máquinas de antaño.

Muchos recordarán el rojo de las estaciones, uniformes o el logotipo de Alberto Corazón a finales de los años 80. Era un color reconocible en las estaciones de Cercanías y sus máquinas autoventa de billetes también contaban con esa tonalidad. El rojo era el color predominante en todos los elementos de la estación y las máquinas expendedoras de billetes automáticas eran bloques metálicos rojos con una pequeña botonera que se encontraban en los vestíbulos de algunas estaciones.

En 1988 las máquinas autoventa (serie 88) solamente contaban con pago con monedas, en metálico. Eran muy rudimentarias, pero para la época funcionaban bien debido a que su uso era simbólico porque más del 95% de la venta en esos años se realizaba a través de la atención presencial en la taquilla.

Esta primera serie tenía un panel con destinos cercanos y un monitor de 10 pulgadas en blanco y negro. Solamente dejaba vender el billete sencillo y el ida y regreso. Aparecía el precio en la imagen. Contaba con una placa metálica y los cierres antivandálicos. También se mostraban las condiciones de viaje y las tarifas en carteles además del mapa de Cercanías de la época para que el viajero pudiera ubicarse físicamente. No se entregaba justificante de pago, porque el billete en sí mismo lo era. En formato Edmondson con el precio y el destino impreso. Y también era el seguro obligatorio del viajero. Todo en uno.

A finales de los 90 apareció la primera máquina de venta automática tipo MAR (serie 89). Los prototipos se encontraban en San Martín de la Vega y en Parque de Ocio además de contar con otra en Colmenar Viejo.

Este modelo se realizó por el diseñador industrial Ramón Benedito, Premio Nacional de Diseño, en colaboración con Cercanías y los fabricantes de equipos. Los prototipos tenían pantalla a color, contaban con billetero y ya aparecían los destinos. La botonera se modificó siendo mucho más completa. Contaban con papel de recibos, tarjeta para banda magnética (y, por consiguiente, los billetes magnéticos que hemos visto hasta hace muy poco tiempo) y de cara a los trabajadores en su explotación un pin para identificarse y dar mayor seguridad a las mismas. Estos prototipos eran un intermedio entre la serie MAR y las 88.

En la década de los 90 surge una nueva generación o serie de MAR (98-99). Con unas características y funcionalidades muy similares a la serie 89. Como se aprecia en la fotografía, contaban con prácticamente las mismas características que la serie que les precedía. Todas las opciones de pago (monedas, billetes y tarjeta de débito/crédito -con PIN-), además de pantalla a color o interfono ya estaban disponibles en este modelo.

Unos años después aparece la serie 87. La principal diferencia con las anteriores series es que esta última ya incorpora el Lector de Código QR.

Existen tres generaciones de Autoventas MAR (89, 98-99 y con Lector de Código QR -87-). Y todas con conexión de red a medios de pago, sistema de atención al cliente e interfonía. La modernización y actualización del software en todas ellas era una constante y con la llegada del siglo XXI se pretende dar un salto cualitativo en estos equipos diseñados para servir de apoyo al personal de estaciones. Los equipos autoventa cuentan  con las siguientes características:

  • La posición de los elementos de información y pago están pensados para la comodidad del viajero.
  • Admite todos los medios de pago disponibles (monedas, billetes, tarjeta de crédito, QR.)
  • Facilitan todas las tarifas disponibles.
  • Elección de idiomas (autonómicos además de inglés, francés y alemán).
  • Sistema de ayuda al cliente de forma remota a través de interfonía.
  • Conexión a un centro de control con tecnología web.
  • Display de usuario visible a distancia, para mostrar el estado de la máquina o mensajes.
  • Alarma acústica y alarma silenciosa anti-atraco para el personal de estaciones.
  • Últimos avances en materia de “ticketing” y software actualizado de manera remota.

Los cambios se fueron realizando de manera continuada en las autoventas a lo largo de todas estas décadas, aunque a partir de 2012 la incorporación de las tarjetas de crédito para el pago tuvo una gran repercusión.

La llegada del modelo EVA que, junto con las MAR, amplía y moderniza no solo el software sino también el diseño exterior de estos equipos se suma al proceso de actualización de las máquinas autoventa. El modelo EVA dispone, en alguno de sus modelos, de todos los medios de pago y otras solo disponen de pago con tarjeta de crédito. Todas las EVA tienen Lector de Códigos QR. En cuanto a su diseño, son más asequibles pensando en un uso para todo tipo de usuarios incluyendo a las personas con movilidad reducida.

La máquina, que había sido un elemento “simbólico” en la estación a finales de los 80, más de veinte años después empieza a cobrar una gran importancia debido al modo de vida de los viajeros de Cercanías. Independencia, gestionar sus compras en el momento oportuno, evitar esperas en venta presencial, lectura de Tarjeta Sin Contacto (TSC) o tarjeta del Consorcio, información cultural o diversos destinos y ofertas disponibles en las máquinas autoventa. La sociedad cambiaba sus hábitos y las autoventas con ellos para adaptarse lo mejor posible a sus necesidades.

En los últimos diez años la máquina autoventa se ha convertido en una aliada a la venta presencial con la incorporación de las tarjetas de crédito para el pago. Agilidad en las compras que continúa con la emisión de títulos de cercanías con impresión de código QR, reserva de plazas en MD y otros servicios (zona C-9).

Estos equipos, presentes en las estaciones desde hace más de treinta años, continúan su andadura siendo un elemento indispensable en nuestras Cercanías estando a disposición de todos siempre que las necesitemos.

Texto: Raquel Sanabria Fernández / Gerencia de Prestación de Servicios. Dirección Cercanías Madrid.