Los trenes, especialmente los de Cercanías, son cada vez más el blanco de vándalos que no dudan en emplear cualquier tipo de triquiñuela para dejar su sello en forma de pintada. Estos actos, que crecen en número e intensidad en toda España, no solo causan molestias a los viajeros y retrasos en los trenes programados, sino que su coste económico y social lo pagamos todos los ciudadanos con nuestros impuestos.

¿Sabéis cuánto cuesta limpiar los grafitis en los trenes? ¿El tiempo que tiene estar parado un tren en talleres para su limpieza? ¿El número de actos vandálicos que sufre Renfe al año y los viajeros afectados por las demoras que provocan? A continuación resolvemos estas incógnitas:

  1. El gasto anual de Renfe en limpieza de grafitis es de casi 16 millones de euros. De enero a septiembre de 2018 se han destinado 11 millones de euros para este cometido, y se prevé que a finales de año se iguale o incluso se superen los 15,7 millones de euros que se gastaron el pasado año. Con esta suma se podrían comprar 3 trenes de Cercanías.  A los daños contra el patrimonio (gastos de limpieza, pintura, disolventes, traslados a talleres, movilización de personal, hay que sumarle 10 millones de euros adicionales en seguridad. Por tanto, el coste de las acciones de los grafiteros, solo en este concepto, asciende a más de 25 millones de euros anuales, que pagamos todos los ciudadanos con nuestros impuestos.
  2. Para limpiar los grafitis es necesario inmovilizar el tren en los talleres. Dependiendo del tamaño, el tren puede quedar sin servicio entre 1 y 7 días. Esto supone un perjuicio para los usuarios: disminución del número de frecuencias, demoras…
  3. Uno de los métodos más utilizados por los grafiteros es accionar indebidamente el aparato de alarma cuando los trenes están circulando, lo que hace que se produzca la detención de emergencia. El frenazo puede provocar caídas de los viajeros, lesiones y situaciones muy desagradables porque en ocasiones los grafiteros actúan con pasamontañas y se producen momentos de pánico. Cuando las pintadas se realizan en trenes en circulación causan molestias y retrasos. Solo en Cercanías Madrid, en 2017, se vieron afectados con demoras por grafitis en trenes en marcha más de 200.000 viajeros.
  4. El año pasado se produjeron un 60% más de actuaciones en toda España relacionadas con los grafitis, y la previsión de Renfe para 2018 es que sigan creciendo. Solo en los primeros 9 meses del año ya se han registrado 2.800 actos vandálicos de grafiteros. Estas acciones se han duplicado desde 2008.
  5. Además del incremento de estos actos, se ha detectado que los grafiteros cada vez emplean más violencia y que en muchos casos se trata de grupos organizados. El riesgo es tanto para los propios viajeros como para el personal de Renfe y vigilantes. Incluso los grafiteros ponen en peligro su integridad física cuando atacan un tren en servicio, al saltar a las vías por las que pueden circular otros trenes.
Fotografía: Sofía Fernández Saavedra

Fotografía: Sofía Fernández Saavedra

Para evitar este tipo de actos vandálicos, Renfe colabora con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y denuncia todos los actos ante la autoridad competente (Policía Nacional, autonómicas, locales o Guardia Civil). La empresa considera que es esencial la concienciación e implicación de instituciones y ciudadanos para luchar y denunciar estas acciones.

Renfe también anima a los ciudadanos a que envíen un mensaje directo a través de los diferentes perfiles de la empresa en redes sociales si detectan cuentas de grafiteros en las que exponen sus pintadas en algunos de sus trenes.

Texto: Sofía Fernández Saavedra es Periodista

Fotografía portada: Miguel Ángel Patier